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Mostrando entradas de octubre, 2011

La Verdad sobre la muerte de Gaddafi y la Gran Jamahiriya Libia

El jueves 20 de 0ctubre, con el patrocinio de EEUU, la OTAN y la Liga de Estados Árabes azuzada por el Foro de Cooperación del Golfo Árabe, un grupo apátridas cazó y asesinó cruelmente al Mayor Líder Espiritual que haya tenido esa nación árabe – africana. En la actualidad los analistas delimitan, de allí sus errores, sus consideraciones a la historia Libia desde 2003, cuando el Gobierno de Gadafi se vio obligado para garantizar la supervivencia de la nación a realizar acuerdos de cooperación económica en el marco del derecho internacional para superar el férreo bloqueo que desde los años 80 del siglo XX mantuvo occidente. No se trataba de una entrega ni de un cambio en la orientación ideológica, se trató de una estrategia que hasta han usado países amigos. Claro está hubo extra limitaciones o ingenuidades como el haber aceptado entregar las armas de alto poder defensivo, en especial los misiles tierra aire. Lo mismo que hizo el gobierno de Hussein. Quedar a merced de la misericor

Carta confesional a Benedicto XVI

Excelencia Joseph Ratzinger (a: Benedicto XVI), Presidente del Vaticano. El jueves 20 de octubre, Usted habló de Libia. No como siempre hace en conflictos armados para preocuparse y decir que “ora por la paz”. Costumbre adquirida después que los reyes católicos los arrinconaron en Italia, llenos de tesoros, negocios y de una industria del turismo de santos, suerte de premios nobeles por lo que los católicos se desviven. “Su Santidad” habló, cual jubileo, para felicitar a los libios (a los 15 que jubilaban en euronews) por el asesinato de Mohammad Gaddafi. Usted, como buen teólogo, no mencionó la palabra muerte. Siguiendo orientaciones mediáticas celebro “el fin de la era Gaddafi”, y deseo a los libios (del CNT-OTAN) paz y democracia (¿Cómo la del vaticano y su iglesia vertical). Usted dice que “La misericordia de Dios es eterna”. Pensando en Gaddafi como hombre, como padre, abuelo, tío ¿Usted reflexionó que cada semana la OTAN y sus mercenarios mataban a un familiar cercano de aquel ho