miércoles, 31 de enero de 2018

Llevar el Esequibo a la Corte Internacional es Ilegal e irrito

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Hemos leído sin sorpresa, pero con extrañeza el anuncio del Secretario de Naciones Unidas de que el Secretario General de la ONU remitió a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya el diferendo territorial entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana, por los históricos derechos y soberanía sobre el Esequibo venezolano.
De entrada pensamos que esta decisión es violatoria de la Carta de Naciones Unidas, en su artículo 33 que establece los métodos de solución pacífica de controversias y así mismo, la decisión es violatoria del Acuerdo de Ginebra firmado entre las partes que ordena agotar todos los métodos de solución pacífica de controversia.
De acuerdo con la noticia, “la justicia internacional juzgará la disputa fronteriza ante el fracaso de las partes en alcanzar un acuerdo”.  La información del pase a litigio internacional fue dada por el Secretario General de las Naciones Unidas, Guterrez. Esta iniciativa de ir a la Corte ha sido auspiciada por el actual gobierno de Guyana, que logró el objeto de tensar el contencioso para beneficio de sus aspiraciones de un territorio eminentemente venezolano el cual nos fue arrebatado por Reino Unido abusando, en la época, de su poder y complicidad con sus pares.
El acuerdo de Ginebra establece los pasos a seguir para la resolución del conocido contencioso. Fue firmado por Venezuela, Reino Unido (potencia Ocupante) y la Guyana Británica  que aunque próxima a independizarse asumió la continuidad del compromiso de resolver el litigio, y lo Ratifico con el Protocolo de Puerto España.
El artículo 1 del acuerdo de Ginebra dice que  “Se establece una Comisión Mixta con el encargo de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia entre Venezuela y el Reino Unido surgida como consecuencia de la contención venezolana que el Laudo arbitral de 1899 sobre la frontera entre Venezuela y Guayana Británica es nulo e írrito”:
El artículo 4 del acuerdo de Ginebra ordena que: “cuando en un plazo de cuatro años contados a partir de la fecha de este Acuerdo, la Comisión Mixta no hubiere llegado a un acuerdo complete para la solución de la controversia, referirá al Gobierno de Venezuela y al Gobierno de Guayana en su Informe final cualesquiera cuestiones pendientes. Dichos Gobiernos escogerán sin demora uno de los medios de solución pacífica previstos en el Articule 33 de la Carta de las Naciones Unidas”.

El ordinal II del artículo 4 es tajante en dictar el método:

“Si dentro de los tres meses siguientes a la recepción del Informe final el Gobierno de Venezuela y el Gobierno de Guyana no hubieren llegado a un acuerdo con respecte a la elección de uno de los medios de solución previstos en el Articule 33 de la Carta de las Naciones Unidas, referirán la decisión sobre los medios de solución a un órgano internacional apropiado que ambos Gobiernos acuerden, o de no llegar a un acuerdo sobre este punto, al Secretario General de las Naciones Unidas. Si los medios así escogidos no conducen a una solución de la controversia, dicho órgano, o como puede ser el caso, el Secretario General de las Naciones Unidas, escogerán otro de los medios estipulados en el Articule 33 de la Carta de las Naciones Unidas, y así sucesivamente, hasta que la controversia haya sido resuelta, o hasta que todos los medios de solución pacifica contemplados en dicho Artículo hayan sido agotados”.

Fijémonos que ambos gobiernos deben estar de acuerdo en el método de solución escogido. Cuando no le estén, han de  recurrir al Secretario General de la ONU como buen oficiante, no decisor, porque este no está autorizado a escoger un método definitivo para la solución sino que:
A) escogerán otro de los medios estipulados en el Articule 33 de la Carta de las Naciones Unidas,
B)  así sucesivamente, hasta que la controversia haya sido resuelta,
C) o hasta que todos los medios de solución pacifica contemplados en dicho Articule hayan sido agotados
El artículo 33 de la Carta de la ONU establece los métodos de solución pacífica de controversias: “Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección”.
El arbitraje debe ser el último recurso en la sucesión, dado que el Artículo 52 de la Carta de la ONU reconoce la prevalencia de los organismos de carácter regional en la búsqueda de la solución pacífica de controversias.
Es evidente que no se han agotado todos los métodos, en especial los de negociación, buenos oficios, mediación, el recurrir a organismos regionales. Llevar esto de nuevo a una Corte Internacional para que sirva de árbitro sin pasar por esta gama de mecanismos trae muchas interrogantes y malos recuerdos en especial para Venezuela. El Secretario General de la ONU no está autorizado para ello.
No deja de levantar sospechas que en las actuales circunstancias por las que atraviesa Venezuela, cuando es objeto de un ataque cruzado de las potencias norteñas (las mismas que entregaron el Esequibo a Reino Unido) se produzca esta cuestionable y rechazable decisión del Secretario de la ONU, tan irrita como el laudo de Paris de 1899.
Bien vale la pena un debate profundo sobre este asunto. El Sol de Venezuela Nace en El Esequibo.

lunes, 29 de enero de 2018

¿Con quién dialogar?



Cuando en apariencia los partidos de la “Mesa de la Unidad” acordaron no ir a las elecciones municipales del 10 de diciembre, se comprobó que existe una injerencista supra jefatura sobre la derecha venezolana que cada vez que intenta pensar algo por sí misma, les halan las orejas.
Si bien Obama dictó el decreto  que dio pie a las sanciones contra Venezuela, es la administración republicana de Trump la que ha decidido ejercer la plena jefatura sobre la contra revolución venezolana.
Para las elecciones del 15 de octubre, se lanzó un globo de ensayo desde el Norte. Se dejo ir a la opo a las elecciones a fin de medir en el terreno su fuerza electoral, dado que el último evento había sido el de diciembre de 2015 cuando favorecida por la abstención chavista ganó ampliamente la Asamblea Nacional. Casi dos años después, con las elecciones de gobernadores en las que participó plenamente, mostró que había perdido la capacidad organizativa, unitaria y sobre todo, fue castigada por quienes desaprobaron sus métodos violentos para acceder al poder.
Por perder esa elección, la supra jefatura le ordenó no ir abiertamente al proceso del 10 de diciembre y solo lanzar candidatos encubiertos en las alcaldías de punta de lanza, bajo la consigna de “elecciones presidenciales ya”.
Bien sabe la supra jefatura injerencista que el escenario nacional está perdido, dado que la táctica de colapsar al pueblo dificultando el acceso al consumo está descubierta. Todos saben que la opo y la supra jefatura son los principales culpables que el bloqueo financiero apuntala la hiperinflación inducida en Venezuela.
El organigrama de esta guerra sin cuartel contra Venezuela es como sigue: Jefatura: Gobierno de EEUU; frente europeo: España y la Unión Europea; frente regional: Colombia y el “Grupo de Lima”  (ya casi sin lima); operadores nacionales: AD, Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Conferencia, Episcopal, Fedecamaras y Consecomercio.
Visto de esa manera el dialogo no se ha dado con los verdaderos protagonistas, sino con operadores sin poder de decisión. Los acompañantes internacionales deberían estar claros de esta disfuncionalidad e injerencia externa Sin interlocutores validos no hay diálogo que valga.

domingo, 21 de enero de 2018

Terapia para Caracas

 A Caracas le urge urgente un cariñito desde Petare a la Pastora, hasta Gramoven, Catia, Casalta, el Junquito; gasta los confines de Baruta, en la Minas, El Hatillo, por allá por Turgua.  Esta es una cuestión de soluciones inclusivas, para los hombres, mujeres e infantes que asumen el ser caraqueños o caraqueñas.
Una caricia para Caracas se transforma en beneficios económicos, materias y sobre todo espirituales. No debe ser tan difícil, primero que las autoridades municipales, vale decir los alcaldes de Petare, Baruta, El Hatillo y Libertador aceleren el ABC del ser alcalde y luego que las comunidades participen en las soluciones. ¿Cuál es el ABC?
Alumbrado público en las calles, avenidas, veredas, canchas deportivas, fachadas de edificios oficiales. La luz eléctrica permite que esos lugares sean circulados en horas nocturnas por los vecinos y vigilados por las fuerzas de seguridad. La oscuridad es amiga del delito. Por otra parte, la claridad de la noche permite que las cuadrillas municipales puedan realizar distintos trabajo públicos.
Asfaltado y bacheo. No pedimos una fiesta, no conformamos con un cotillón. EL mal estado de las vías está destrozando automóviles privados y públicos en una época en los que conseguir repuestos es altamente difícil. Una vías en buen estado además del gran ahorro que significan para la colectividad en dinero, también lo es en tiempo, pues disminuyen los atrasos viales.
Botes de agua en calles y aceras, tanto agua potable (que tragedia), como aguas servidas (problema de salud). Son botes que además arruinan las calles, pues levantan la capa asfáltica. Allí las alcaldías deben coordinar con las empresas de agua, como Hidrocapital.
Poda  de árboles (no corte, podar es como un corte de cabello, no de cabeza). Los hay poblados de plantas parasitarias que los consumen y secan. En la medida que disminuye la vegetación, aumenta la contaminación en Caracas. Eso de mudarlos de un lado a otro, cuando hacen grandes obras de cemento no es la solución, cada zona tiene su equilibrio natural. Más árboles para Caracas, autóctonos y bien cuidados.
Recolección de basura. Lo que está a la vista…Demostremos amor a la ciudad.

lunes, 15 de enero de 2018

Estresada la Plaza Bolívar

Estresada la Plaza Bolívar
Reinaldo Bolívar

Mientras el Presidente Nicolás Maduro se dirige entre los acordes marciales a presentar su mensaje anual ante la asamblea Nacional Constituyente, en la Plaza Bolívar, una música diametralmente opuesta suena a toda corneta. Al principio de la mañana, parecía natural para que mientras llegaba y esperaba la multitud se entretuviera. Poca música contestataria, en realidad, ni siquiera venezolana o caribeña. Es estresante.
Tenemos cierto tiempo atendiendo trabajos en un edificio aledaño a la Plaza Bolívar, o muchas veces estábamos en la Casa Amarilla. Si bien una Plaza Bolívar es un escenario de encuentro político,  a veces festivos, también lo es para la reflexión y la contemplación. Para la confluencia de niños, niñas, artes escénicas, o el silencio que muchas veces se extiende a un templo o iglesia. En sí una Plaza Bolívar es un teatro, una tribuna, y sobre todo un templo popular.

Si José Martí volviera a la Plaza Bolívar
El 21  de marzo de 1881 “Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba a donde estaba la estatua de Bolívar”.
Imaginamos a la ¨Plaza en su fase de templo, de casa abierta para el viajero cansado pero lleno de espiritualidad ante el suceso de estar frente a la representación del más grande hombre de América.
Hoy en día sería muy difícil conseguir ese momento de solaz en la plaza, que antes era cuidada además, de oficiales, por los llamados “Edecanes del Libertador”, adultos mayores que iban heredando naturalmente la custodia y que con sus historia entre reales y fabulosas recreaban el devenir de la Caracas Gloriosa.

Palomas, Ardillas y Perezas
Las palomas, aún se resisten a abandonar el lado oeste, en el pasillo que da a la Casa Amarillas, algunos infantes, cuando el escandalo electro acústico y a toda hora de la Plaza se los permite, les dan de comer.
Unas ardillas oscuras, sustituyeron a las otrora marroncitas que iban de tronco en tronco y competían en atractivo con un par de pereza que de cuando en vez se dejaban ver con sus sonrisas de monalisa. Cuentan que las ardillas rucio moro emigraron en búsqueda de mayor tranquilidad, tal vez una noche hacia el Paseo El Calvario (arriba). Alguien introdujo las oscuras que también huyen del mundanal ruido, y se pegan al último árbol de la esquina de Gradillas. Todos los pajaritos se fueron de la plaza. Ya no hay trinos matutinos.
De las perezas nunca más se supo. Tampoco de los alegres edecanes del Libertador. Les quitaron los bancos, en función de más espacio para que la Plaza Bolívar privilegiara los actos masivos, en desventajosa competencia con las plaza Diego Ibarra y la Caracas. La Plaza Bolívar está estresada.
Necesario es recuperar su equilibrio de espacio multi uso pero sin abusos. No puede ser un espacio continuo de agitación (salvo la esquina caliente), ni de concentración política, ni de espectáculos musicales. Además de ello, los José Martí de hoy necesitan un momento para acercarse a honrar al Bolívar ecuestre, siempre presto al combate; los más pequeños la requieren para correr alegremente detrás de las aves, para ver de nuevo las ardillas originales, y de ser posible una pereza mirándolos. La quisieran los abuelos para sentarse en los bancos, con respaldar, a recrearnos tanta gloria caraqueña.
Que haya de todo en la Plaza, hasta una fiesta de fin de año, una ofrenda floral, una banda marcial, un grupo de cámara, un mitin político, una encuentro revolucionario, pero que no deje de haber cada día, un trascendental momento contemplación, de reflexión.
Parafraseando a Ali Primera ¡Vida para los pájaros! ¡Qué regresen los pajaritos!, las ardillas rucio moro, las perezas, los viejitos, los bancos con respaldar,  los niñitos, las cotufas, los algodones, la música de retreta.; la meditación

¡Desestresen a la Plaza Bolívar!

¿El pobre puede saquear?

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¿En serio se ven caras de hambre en esta foto? Aquí hay un delito

40 de los países más pobres del mundo están en Asia y África. Oirás  de guerras y terrorismo, de elites hambreadoras, de migración forzada, pero no de robo de mercancías, de camiones o matanza de ganados.
Aquí hay tres hipótesis claras.
Una la de agitadores profesionales; dos la de un puñado de gente sin valores morales (omisión atribuida a sus familias, a la mala educación formal, a la  voracidad inculcada por por diversas vías) y tres una combinación de ambas.
Atreviéndonos más en la reflexión, el ensalzamiento mediático de estas puntuales manifestaciones de saqueos o asaltos, es una forma de violencia que aspira a reemplazar las barricadas del año pasado. 
Nadie va a negar que el acceso a los bienes de consumo básico se ha hecho difícil que el gobierno cotraataca a través de mecanismos como el clap, las sanciones a los especuladores y el aumento de los sueldos y del bono de alimentación (desvirtuado por los sindicatos, porque cada patrón debería darle desayuno y almuerzo sus trabajadores, pero alguien se dejo meter el strike del bono mensual y le abarató  la vida a lospatronos) y otros bonos, sin embargo un sector de avaros o bachaqueros (a todas luces minoritarios) ha sido captado para esta guerra sin cuartel contra Venezuela.
¿Sabías que los que matan ganado robado en las fincas del Estado, luego lo venden a la gente normal, no lo regalan? ¿Que los que saquean gandolas hacen otro tanto?
Todo bajo el amparo de la consigna “hay hambre” que graban mientras cometen estos delitos, esta muestra de perdida de valores.
Búscame un ejemplo de esos delitos  en África, en Asia, o en países pobres de Nuestra América.
La expropiación, que los medios llamaron saqueos, que hizo el pueblo en 1989 fue contra una oligarquía confabulada. En ese entonces los anaqueles estaban llenos y los bolsillos vacíos.
La táctica que usa el trumpismo venezolano ha sido la de destruir el poder adquisitivo del venezolano, dejarlo sin efectivo, aumentar los precios con un dolar artificial y ahora intentar un levantamiento popular. Por ahora, focalizado, ensayado.
Basta saber si ese levantamiento popular, el de la gente digna, que es mayoria, se produce y contra quien. Cuando hay conciencia politica y patriotismo se sabe muy bien quienes son los enemigos del Pueblo.

jueves, 4 de enero de 2018

Receta infalible para ser feliz y mejor



Para ser feliz, para ser mejor, no tenemos que hacer nada nuevo, solo se  debe practicar los principios universales del buen vivir cuales son la compasión, el desapego, el amor (ser amoroso o amorosa), la responsabilidad, la ética y el humanismo.  Eso es el deber ser. No son fases, son integrales e inseparables. Con  tu familia, comunidad, trabajo, lugar de estudio, y con el mundo.
La familia no es solamente el entorno de padre, madre, hermanos e hijos. Son todos los que llevan nuestra sangre, hasta aquella persona que apenas conoces. Si algo falla con alguno de ellos, algo falla en ti, en mi, en nosotros.
En este mundo moderno, nuestras puertas se han cerrado al vecino, a la comunidad. Los políticos hacen discursos para gente que a veces solo ven en actos o por televisión; muchos nos definimos de avanzada pero por lo general apenas saludamos y medio sonreímos a gente de nuestra propia comunidad. Las variadas formas de comunicación controlan las relaciones políticas con la comunidad y sus integrantes. Las mejores relaciones no pasan de casuales actos económicos como en los condominios. Las formas de organización de la comunidad devienen en grupúsculos que controlan los pocos recursos para sus propios intereses y expectativas.
La comunidad debería ser la familia entendida, hoy en día es como el familiar que apenas conoces. Ya hasta en las comunidades más populares se está perdiendo el sentido comunitario, las puertas se están cerrando, las casas y comercios se han enrejado, cual jaulas. La nada, vale decir, el individualismo,  se impone a la comuna Debemos aplicar el deber ser. Compasivo, desapegado, amoroso, responsable, ético y humanitario para la felicidad comunal. Y la comunidad debe incluir a toda una ciudad, a un país.
El lugar de trabajo pareciera ser el último reducto. Ya no los sindicatos que se han especializado en lo económico y se han hecho muy pares con los patronos. El trabajo puede ser fuente para la organización política, para algunos efectos de compañerismo, amistades escogidas o grupos de distracción. Su papel para fomentar las relaciones comunitarias o fortalecer los lazos familiares hoy en día es cuestionable. Al contrario, en los trabajos públicos y privados dominan los entornos. Los cercanos al poder de decisión patronal, directivo, partidista o sindical.
Los movimientos obreros tienen un lugar predominante en las grandes transformaciones de la humanidad. Cada principio enunciado debe aplicarse aquí.
Ser estudiante está imbuido de fuerza para aplicar en todo momento el deber ser, de lo contrario solo se es un gran lector, un gran crítico y cuando más un suma cum laude que va a engrosar las filas del individualismo y a ponerle más puertas de seguridad a la casa para aislarse más de la familia, de los vecinos, del mundo.
Mundo es sinónimo de gente que habita el planeta tierra. Por eso apenas se consideran las enfermedades del Planeta. En un mundo donde la familia se restringe al entorno favorito, donde solo queremos a quien nos quiere, es imposible pensar en serio que la Casa Tierra está herida y que sus futuros habitantes “mundo” la van a tener difícil. El mundo debería ser nuestra comunidad prolongada.
El deber ser compasivo, desapegado, amoroso, responsable, ético y humanitario es hoy en día difícil, casi imposible, porque solo priva el discurso de buenas intenciones como las del año nuevo en los que todos prometen, por lo general metas individuales, recetas para sí mismos, lejos de la comunidad, del mundo y hasta de la familia.
Es duro es difícil aplicar los principios.  A Jesús, por quien celebramos la Navidad el 25 de diciembre (aunque un montó no lo sabe y cree que celebra la llegada de Papa Noel), un día se le acercó un joven que vivía muy bien, que nada le faltaba.
 Era una persona que admiraba lo que hacía Cristo. Y hasta repetía algunas de sus palabras y empezó a decir que también era justo y quería ayudar a los pobres. Algo así como a veces hacemos cuando escribimos, o hablamos en los medios o nos subimos en una tarima (me incluyo) pero hasta allí llegamos, no arriesgamos más, no dejamos el pellejo como los grandes héroes y heroínas de la historia.
El joven se acercó a Jesús de Nazaret y arrodillándose le dijo que quería ir al reino de lo cielos, que le dijera como hacer. Fue sincero, le dijo que tenía muchos bienes y fortunas; le insinuó que podía comprar el reino de los cielos, algo así como dar donaciones o limosnas. El hombre rico olvidó que Jesús predicaba que el Reino de los Cielos es este mundo, la comunidad, la escuela, el trabajo, la familia. Por eso Jesús le dijo “vende todo lo que tiene y dalo a los pobres”. Y el muchacho se fue triste “porque tenía mucho”, dice el evangelio.
Y si hubiera tenido la mitad, de seguro se hubiere ido igual  triste, y si hubiere tenido un cuarto también daría la espalda triste.
Porque el deber ser solo son seis palabras pero no es apto para un mundo de individualidades o de entornos. Esas seis palabras están estrictamente relacionadas, no son alegorías, son el motor. Son como los órganos vitales del Ser.
Compasión, desapego, amor, responsabilidad, ética  y  humanismo para con la familia, el trabajo, la comunidad, el lugar de estudio y el mundo con la tierra.
Y así seremos universalmente mejores y felices cada quien, cada cual pero en especial todos y todas.


Reinaldo Bolívar 

martes, 19 de diciembre de 2017

Por qué te vas de Venezuela

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Suele presentarse la salida del país en estos tiempos de bloqueo económico como una consecuencia  de la gestión gobierno. “La situación país”, repiten los potenciales migrantes.  Por lo general, se trata de personas jóvenes con pocos años de graduadas.
El caso venezolano es de especial atención. El mayor número de emigrantes son egresados de universidades públicas,  vale decir, el estado a través del ejecutivo nacional ha invertido millones de bolívares o miles de dólares en convertirlos en individuos aptos para ejercer carreras de todo tipo. En especial, las muy atractivas como la medicina, la ingeniería o las científicas.
Es una “fuga de cerebros” que  preocupa, no porque alguien quiera ir al exterior tal vez a perfeccionarse para aplicar mejor en este país, sino porque significa una baja o inexistente identidad nacional. Es insulso decir “me fui de mi país porque no me gusta el gobierno”;  no es suficiente afirmar “me voy porque la situación económica está mala”. Quiere decir, que si llega a un país donde la situación no está acorde con sus expectativas emigra a otro y así hasta que llegue a “la tierra prometida”.
El buen país pareciera ser en donde el migrante gana mucho dinero aún a costa de severos sacrificios. No hay identidad, no hay arraigo en ningún lugar. La vida está determinada por la acumulación de riqueza. “Poderoso caballero es don dinero”. Quien quiere a su familia no la abandona a su suerte, quien quiere a su país se suma a construirlo en lo político, en lo económico, en lo cultural. Si lo ama lo da todo por él.
Se convierte este tipo de emigrante en un ser sin patria, dado que los principales motivos para tenerla los dejó a un lado.  Tan solo usara la simbología para ganarse la indulgencia de algún gobierno enemigo de Venezuela.
Migración forzada,  la hay. A causa de guerras civiles, por conflictos armados, por el terrorismo organizado, por los bombardeos de las potencias occidentales, por catástrofes naturales. Pero para crisis provocadas por cercos económicos,  el capitalismo salvaje empeñado en doblar el brazo a un pueblo lo que debe haber es más unidad para defenderse y hacer que este país salga adelante.

Identidad Nacional y no una vacía aspiración material es lo que hace grandes a las naciones. Conciencia Venezuela.

De la Sierra de Coro a Caracas: La ruta hacia el 5 de julio de 1811

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