La autonomía universitaria es administrativa y en el caso de los
recintos (espacio físico), y edificaciones estos son inviolables por las
autoridades de seguridad pública, salvo solicitud expresa o por caso de actos
criminales.
Las autoridades jamás querrían autonomía económica, dado que el enorme
gasto de las universidades es tal y la mala gerencia tan abrumadora que son
incapaces de producir un mínimo de ingreso propios, salvo el estimulado por el
propio estado venezolano. El gobierno nacional asigna millonarias sumas para
que las autoridades universitaria haga usan racional y eficiente de ellos. Y
claro, no lo hacen.
La autonomía prevé la elección de autoridades con pautas claras para
que sea universal y democrática. No obstante, varias universidades poseen rectores,
vicerrectores, secretarios y decanos
cuyos periodos vencieron hace años, pero no quieren buscar vías de sustitución
al menos provisional, como gallardamente lo hicieron algunos decanos.
Esas autoridades ilegitimas se han sumado al juego extremista. Mal usan
la autonomía par proteger violentos, fomentar hechos confusos y financiar con
los dineros públicos al fascismo. No conforme con ello, usurpando la potencial decisión
universitaria, auspician o permiten protestas no pacifica, dirigidas a
desestabilizar a la institucionalidad nacional, por encima del derecho a
estudiar y luchar por valores supremos y no por el libertinaje de dañar el
patrimonio publico y violar derechos como la salud, ambiente y libre tránsito.
El Tribunal Supremo de Justicia fue claro en abril de 2011 sobre la
obligatoriedad de las autoridades universitarias de hacer un nuevo reglamento
de elecciones que incluyera a docentes, trabajadores, empleados administrativos,
profesionales y estudiantes, y que un plazo de 30 día convocará a elecciones.
En esa oportunidad se multó por desacato a los miembros del Consejo
Universitario de la UCV. No obstante, no han cumplido la orden, lo cual indica
que le es más rentable desobedecer que cumplir las leyes de la República. El
resultado es que las universidades autónomas, que no independientes, porque
están sujetas a la Constitución y a las leyes, y deben formar a sus cursantes
para quererlas y hacerlas cumplir, son regidas desde hace tres años por
rectores, vicerrectores y secretarios (hombres o mujeres) en desacato a la ley,
sean de izquierda, de centro o de derecha. Poca moral tienen para predicar
democracia y libertad quienes han secuestrado a sus comunidades ese derecho,
que está muy claro para las universidades autónomas.
Sería oportuno escuchar levantar las banderas de la democracia a las
comunidades universitarias de las autónomas UCV, LUZ, UDO, UC. Al menos que
quieran seguir el modelo de las privadas, que además de cobrar grandes sumas a
sus estudiantes, los mantienen sin clases para que se sumen a la apariencia de
desestabilización que quieren imponer. Ese tema lo abordaremos en una próxima
oportunidad.
Las universidades, son del pueblo. Un espacio para todas las corrientes
universales del pensamiento (por ello su nombre alude a la “universalidad” de
las ideas). La metodología impuesta por la corriente de derecha, creó todos los
mecanismos para imponer una idea dominante en los recintos universitarios. Para
nadie es un secreto que desde el año 2000, llegaron al poder universitario de
las autónomas autoridades que han respondido directamente a las estrategias de
desestabilización nacional, descuidando y abandonando los augustos objetivos de
la universidad venezolana. Sería pertinente una estadística de cuantos días de
clases efectivos desde entonces reciben los jóvenes que en esas universidades. Por
más reprogramaciones que hagan, jamás podrán suplir el tiempo de calidad para
formar un profesional integro al servicio de la humanidad.
¿Cuándo fue la última vez que
escuchamos de unos juegos deportivos interfacultades, Juvines, Juegos
Universitarios? ¿Quién ha vuelto hablar de festival de coros universitarios, voz
universitaria, festival de teatro, concursos literarios? ¿Dónde están las
cientos de publicaciones periódicas de las universidades que espantaban la
sombra? ¿Qué fue de los grupos ambientalistas, de arborización que llegaba al heroísmo
de amarrarse a un árbol para evitar su tala?
Que nadie venga con el cuento del presupuesto. Porque además de
tenerlo, muchos de nosotros por largos años participamos en esas actividades
tan solo con mística y “una pequeña ayuda de mis amigos”. Buena tarea esta.
¿Dónde está la sabia dirigencia profesoral que por encima de sus
naturales tendencias ideológicas se batía por la formación de un estudiantado
integro para el país? Ahora hay, una casi generalidad de gobiernos y cogobiernos
cuya línea de acción la impone una derecha extrema que no formación para el
debate de las ideas, ni plataforma ideológica, ni proyectos incluyente y sobre
todo carece de amor al país.
Ya basta del desacato a la justicia venezolana. Las autónomas merecen legítimas e integras autoridades
que lideren una Universidad Universal.