México fue el primer país que conoció Simón Bolívar luego del suyo propio, Venezuela. Ambas naciones, para la época bajo el yugo español. Su país como una capitanía, el de los mayas como un virreinato, que por su imponencia fue renombrado como Nueva España. En México, Bolívar escribe su primera carta conocida, lo hizo el 20 de marzo de 1799.
En enero de 1799, el joven Simón Bolívar Palacios, con 15 años, ya con entrenamiento militar, es enviado a consolidar su formación en letras, matemáticas, geografía, esgrima, danza, idiomas a España. La vía natural era navegar hasta La Habana Cuba y de allí a España, salvo en ocasiones que los barcos hacían escala en Canarias. Pero esta ruta estaba vedada desde 1796 debido a la guerra entre Gran Bretaña contra Francia y España que además del continente europeo tenía como segundo escenario las islas del Mar Caribe, las cuales Gran Bretaña pretendía ocupar, entre ellas Cuba.
Por tanto, el buque de guerra español, de nombre San Ildefonso hace su ruta vía Veracruz, en el entonces invadido México. En su primer viaje, Bolívar navegó frente a las costas centroamericanas, bordeó la Península de Yucatán, y tras catorce días puso pies, el 02 de febrero, en la ciudad portuaria de Veracruz. En estas costas tropicales, lo recibieron los fuertes vientos del norte que soplan de enero a marzo, con una temperatura agradable, cercana a los 24 grados. Cuarenta y ocho días pasó el joven Simón en ese eje mexicano, desde la costa al centro del país.
Llega a la casa de Don Donato de Austria. Recorre Veracruz, de allí pasa a Xalapa, Puebla, para luego saciar su curiosidad de conocer la Ciudad de México. Hace varias amistades en México y es recibido por el virrey español Miguel Azanza. También compartió con las hermanas María Josefa y María Ignacia Rodríguez de Velasco (la Güerra Rodríguez), en cuya casa se alojó. Hizo una bonita y cercana amistad con María Ignacia, De Ciudad de México regresa a Veracruz, y se embarca rumbo a España, haciendo una escala de dos días en La Habana, como lo relata en su primera carta el propio Simón.
En la Carta de Jamaica de 1815, el ya Libertador hace gala de sus conocimientos de la historia política de México, tanto la de la gran civilización invadida por España, como de la reciente con su valerosa independencia en 1810.
En su propuesta de integración de América, recuerda a la gran ciudad de México, a la que percibió como una gran y poderosa metrópoli, digna de ser la capital del continente confederado que soñaba.
Un hecho de su vida libertaria vuelve a unir a Bolívar con Veracruz. En 1818, en Jamaica un mexicano, nacido en Veracruz se une a la causa de la libertad de Venezuela, Miguel de Santamaría. En 1819, Bolívar le encarga gestionar armas para la causa en Haití, en 1821 es diputado ante el Congreso de Cúcuta y en 1822 es designado para que represente a Colombia ante México, vale decir, fue el primer embajador de la Gran Colombia en aquel, designado nada menos que por Simón Bolívar.
En su correspondencia con José de San Martín, en 1821, el Libertador le comenta sobre el desarrollo de los acontecimientos en México, los cuales serán, según él, vitales para la Independencia de América. En algunas ocasiones, manifiesta en sus cartas su disposición a ayudar a los mexicanos a consolidar la independencia. Se mantenía continuamente informado de los procesos políticos del país amigo, con el cual firmó un Tratado de Amistad y Confederación.
Bolívar mexicano, ciudadano de América
Los mexicanos estaban pendiente de Colombia y de la empresa libertaria de Simón Bolívar, de aquel muchacho que hace más de veinte años caminó por las calles de los aztecas y los mayas. Cada batalla en Ecuador, en Perú era comentada y aclamada como propia. Bolívar era América.
En 1825, al conocerse el triunfo en Ayacucho, en el periódico El Sol de México, el gobierno mexicano felicita al General Bolívar por “la gloriosa y decisiva victoria de las armas americanas del Sur sobre las españolas, acaecida en Ayacucho.”
En México se decía de Bolívar "hay hombres privilegiados por el cielo para cuyo panegírico es inútil la elocuencia porque su nombre sólo es el mayor elogio”, por lo que su Congreso Constituyente, el 13 de marzo de 1824 proclama que Simón Bolívar:
“Por sus tratados de íntima alianza entre todas las Repúblicas de América, ya es y merece ser ciudadano de todas. Pedimos, pues, que Vuestra Soberanía declare solemnemente que lo es de la República de México.” (Fray Servando Teresa de Mier (1824).
El hombre más grande de América, adolecente, cobijado en México, echando de menos a sus hermanos, a su tío-padre Pedro, a sus amigos y amigas, de seguro los de la Cuadra de los Bolívar.
“Estimado tío mío
“…Hoy me han sucedido tres cosas que me han complacido mucho; la primera es el haber sabido que salía un barco para Maracaibo y que por este conducto podía escribir a Usted mi situación y en particular el viaje que hice a México…”
“Su más atento servidor y su hijo. Simón Bolívar"
Lo recordamos este 16 de septiembre, cuando el Padre Miguel Hidalgo da el Grito de Dolores que proclama al mundo la Independencia de México. ¡Viva México! ¡Viva Bolívar!