En los años 70 se realizó en Berlín el conclave de las
corporaciones mundiales, conocida como la “Trilateral”. Casi 300 trasnacionales
de Europa Occidental, EEUU y Japón para contener el avance del G77 y el NOAL,
países que reclaman “ayuda oficial para el desarrollo” y preferencias
arancelarias, una peligrosa forma de obstaculizar el libre mercado.
Imponen la estrategia de un “Nuevo Orden Mundial”,
contra el de Nuevo Orden Económico Internacional. El primero consistió en
dividir a los países en primero (industrializados, sedes de las trasnacionales),
segundo (economías emergentes), tercero (petroleros y mineros) y cuarto mundo
(sin recursos visibles).
El objetivo, consolidar el neoliberalismo. Así
impusieron normas de conducta para la humanidad, sustentadas en la transculturización.
El acceso a la educación secundaria y universitaria se restringía mediante la
privatización, aranceles, venta de servicios y la selección (pruebas de
aptitud). La permanencia en los recintos educativos se limitaba al medio turno
y a carreras cortas no mayores de 4 años para evitar la aparición de
movimientos estudiantiles. Los recintos se construían con mínimas comodidades y
aéreas recreativas para que los jóvenes oyeran clases y salieran si mucha sociabilización
Se inculca el profesionalización asociado a la
especialización laboral y el beneficio económico individual, y no para el
desarrollo del país.
Dicho orden mundial, aún prevalece en Venezuela. Debe
ser roto en los próximos seis años.
@bolivarreinaldo