La noticia más
impactante y multiplicada del presente siglo XXI ha sido el
fallecimiento del Presidente Contitucional de la República
Bolivariana de Venezuela, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Ni siquiera la inédita renuncia de Benedicto XVI al papado, primera
en más de 600 años, tuvo tanta resonancia.
Toda noticia nacional o
internacional quedo relejada ante el amargo anuncio realizado el 5 de
marzo de 2013, por el Vicepresidente Ejecutivo, Nicolás Maduro.
Al día siguiente, de
cara a la manifestación popular más inmensa que país alguno
hubiese visto por el deceso de un gobernante, donde centenares de
miles de patriotas se desplazan por las calles de Caracas y hacen
disciplinada para ver el rostro de este prócer moderno, cuyos
cálculos han hecho necesario que su cuerpo se mantenga en Capilla
Ardiente por otros siete día; pues de cara a esta movilización de
duelo, comenzaron a llegar al país decenas de manifestaciones de
solidaridad, de pesar.
Cómo jamás se ha
registrado en la historia de los estados naciones, casi veinte países
decretaron duelo nacional por la partida física de Chavéz, entre
ellos Cuba, Uruguay, Argentina, Ecuador, Bolivia, Brasil, Chile,
Nicaragua, República Dominicana, Bielorrusia, Nigeria, Irán,
República Saharaui, Perú, Nigeria, Benín y Haití.
Jefes de Estado y de
Gobierno, decenas de delegaciones anunciaron su
participación en los funerales de Estado del Comandante Chávez y se
multiplican los mensajes de pésames. Hasta el propio Colegio
Cardenalicio reunido en el Vaticano, detuvo sus reuniones para enviar
un telegrama al Pueblo Venezolano.
Por su parte, los
organismos multilaterales como la ONU, CEPAL, los inspirados por
Chávez como UNASUR, CELAC, ALBA, se pronuncia con tristeza y
solidaridad con Venezuela.
¿Por qué el mundo
llora a Hugo Chávez?
Gobiernos de derecha,
izquierda, de centro, cristianos, musulmanes, de Europa, América,
África, Asia, Oceanía y sus pueblos lloran y lamentan el deceso del
Primer Presidente de la Venezuela del Siglo XXI y del último del
Siglo XX. Quien lejos de perder popularidad, la aumentaba, elección
tras elección.
Y es que desde el mismo
momento de su primera eleeción en 1998, Chávez enarboló la
doctrina de la solidaridad y el internacionalismo. Contra el Fondo
Monentario Internacional propuso un Fondo Humanitario Internacional
para socorrer a los países con hambre, con sequía. Para que las
divisas no fueran a parar a bancos voraces del norte, propuso y fundó
el Banco del Sur. Instituciones como Petrocaribe dieron luz a las
esperanzas de países de Centro América y el Caribe Insular.
Chávez alzó su voz por
las causas nobles y contra las guerras imperialistas. Por Palestina,
por Saharaui, por Puerto Rico, contra los crimines imperiales sobre
Afganistan, Irak. Por Libia y Siria; por Haiti. Y no sólo su voz,
sino que movió recursos y voluntades para llevar el bien a los más
deposeídos del mundo. Hasta en EEUU, llegó la mano amiga del
gobierno de Chávez, luego que el huracan Katrina causó estragos.
Chávez estaba claro en
la necesidad de una verdadera integración y cooperación en Sur. Por
ello reactivo la OPEP, reactivo el G77 y el NOAL, el G15. Se empeño
en hacer de la Cumbre América del Sur – África una verdadera
alternativa, un polo de poder.
Su objetivo, un mundo
multicentrico y pluripolar. Eso lo ha hecho universal,