Por:
Instituto de Investigaciones sobre África y su Diáspora
La anarquía reinante en la actual Libia
sin Gadafi ha obligado a las llamadas “autoridades” del Consejo Nacional de
Transición (CNT) en Libia a cumplir y acelerar su promesa de celebrar unas
elecciones parlamentarias que permitan, de esta manera, mitigar los
enfrentamientos internos entre los diferentes grupos armados y dar legitimidad
(en los estándares de la democracia burguesa occidental) a un gobierno libio
post Gadafi que sea reconocido por todos los países del mundo. Tal vez, aprovechando
el buen efecto que acaba de tener el proceso eleccionario egipcio, si bien el
libio presenta conocidas diferencias en su origen y en la participación
popular. En Egipto no hubo una intervención mediática ni de la OTAN, como en el
caso Libio.
Medios internacionales como RussiaToday
(RT) resaltan la noticia “que los
libios han sido convocados (el día de hoy 7 de julio de 2012) para elegir los
200 miembros del Congreso Nacional General (CNG), el máximo órgano legislativo,
que sustituirá al Consejo Nacional de Transición (CNT), que ha dirigido el país
desde la caída de Gadafi pero que no ha logrado formar un gobierno que
satisfaga a sus ciudadanos. De los 200 escaños 120 están reservados a
candidatos independientes y 80 a miembros de los más de dos centenares de
partidos que concurren a los comicios. El número de candidatos independientes
se acerca los 3500”.
Pero ya muchos medios, al igual que RT,
especulan sobre quiénes serán los favoritos en las elecciones parlamentarias de
Libia. Como ha estado sucediendo en Egipto y en Túnez, los partidos del Islam
Político apoyados por occidente han tomado espacios de poder en la región y
pugnan por constituirse como la mayor fuerza y referencia política de la
región.
Partidos Participantes:
Los Hermanos
Musulmanes continúan ganando espacio en África del Norte
Tres
partidos islamistas coronan como favoritos para las elecciones parlamentarias
en Libia: el Partido de la Justicia y la Construcción (PJC), brazo
político de los Hermanos Musulmanes libios (de orientación salafista); el Partido
Nacional (también de orientación salafista), y la Alianza Nacionalista
Fuerza Nacional, de Mahmud Jibril (uno de los líderes del CNT).
Gadafistas Perseguidos:
Por otro
lado, los independientes quienes apoyaron al mártir libio Muammar Al Gadaffi
(los así considerados Yamahiristas) son perseguidos y se les está negado
organizarse en un partido político para participar con candidatos propios en
las elecciones parlamentarias.
Tensión y Apatía
El Ejército libio ha decretado
el estado de alerta para asegurar el desarrollo de la jornada electoral
desplegado tres mil soldados que apoyarán a cuarenta mil agentes de seguridad.
La medida se tomó ante los temores sobre posibles acciones ilegales por parte
de grupos radicales.
Las acusaciones de fraude de
los comicios en Libia han generado duros enfrentamientos armados entre las
diferentes facciones islamistas que se disputan el poder. A una semana de las
elecciones generales en Libia, unos 300 manifestantes armados quemaron
documentos y destruyeron los equipos de oficina de la sede de la Comisión
Electoral en la ciudad Libia de Benghazi para exigir una distribución más justa
de los escaños en el nuevo parlamento
Muchos libios de
Benghazi (región que pide mayor autonomía) se oponen a las elecciones
parlamentarias y demandan una distribución más justa de los escaños en el nuevo
parlamento para dar un equilibrio entre el este y el oeste del país.
Queda saber si la mayor
milicia al mando de Abdelhakim Belhach aceptarán los resultados. De lo
contrario Libia estará a la puerta de una nueva e incontrolable guerra civil.
La Alianza de Fuerzas Nacionales, de Jibril, podría haberse hecho con
una clara victoria en las elecciones
La
Alianza de Fuerzas Nacionales, liderada por el ex primer ministro y ex miembro
del Consejo Nacional de Transición, Mahmud Jibril, se perfila como la clara
ganadora de las elecciones generales celebradas el sábado 6 de julio en Libia,
según han informado distintas fuentes del interior del país. La
organización está formada por más de 40 grupos políticos y 200 organizaciones
civiles y sociales, de acuerdo con sus propias informaciones.
Por otra
parte, Mohamed Sawan, líder del partido islamista Justicia y Construcción
(Hermandad Musulmana) --uno de los grandes favoritos de los comicios--, ha
declarado a la cadena Al Yazira que "la Alianza de Fuerzas Nacionales ha
conseguido buenos resultados en algunas grandes ciudades, a excepción de
Misrata (en el oeste)". Según Sawan, la formación de M Jibril --quien
estuvo al frente del Gobierno interino del Consejo Nacional de Transición (CNT)
tras la caída de Muamar Gadafi ha conseguido una "ventaja neta" en
las ciudades de Trípoli (la capital) y Benghazi (la segunda del país, en el
este), en las que se ha concentrado el grueso de los electores.
Por su
parte, el diario digital 'Libya Herald' ha informado, a partir de "los
primeros indicios" procedentes de encuestas a pie de urna "no
oficiales" en Trípoli y Benghazi, que la Alianza de Fuerzas
Nacionales "aparentemente" se ha alzado con la "victoria".
En ambas ciudades, según el diario, la Alianza lidera "cómodamente"
los resultados "por delante de cualquiera de sus 130 rivales, incluidos
sus principales contendientes, el partido Justicia y Construcción, el Partido
Nacional y el Frente Nacional".
Libia hoy;
Pese a existir un gobierno central transitorio, el
país se encuentra bajo el poder de las milicias armadas que lucharon juntas en
la guerra contra Gadafi, bajo el apoyo decisivo de la OTAN, y que ahora controlan
cada feudo con muy pocos límites. Según comentaron a TVE fuentes oficiales de Libia
al menos hay entre 100 y 300 milicias con más de 120.000 hombres armados.
La fuerza
fuera de control de algunas de estas milicias ha generado en el país una gran
sensación de inseguridad. Los enfrentamientos entre milicias así como de estas
con las fuerzas estatales han puesto en tela de juicio la capacidad real del
Gobierno central para controlarlas.
Las más
poderosas están ligadas a las grandes ciudades. En Trípoli, por ejemplo, las
más importantes son el Consejo Revolucionario de Trípoli, y el Consejo Militar
de Trípoli, que hasta el pasado 14 de mayo, estaba liderado por el actual líder
el Partido Nacional, el salafista Abdelhakim Belhach. En el resto del país
también son importantes las Brigadas Zintan o las Brigadas de Misrata,
mientras, en la Cirenaica libia una de las más importantes es la Coalición de
Brigadas Revolucionarias. Los enfrentamientos entre ellas desde el comienzo de
la transición han sido constantes. Sus líderes suelen ser jefes tribales,
religiosos y milicianos que han adquirido prestigio.
En las
elecciones, las formaciones políticas buscan el apoyo de las milicias y sus
líderes. Por ejemplo, según un informe del Brokings Doha Center, el salafista
Partido Nacional cuenta con el apoyo de la milicia del Consejo Militar de
Trípoli, mientras que el partido de los Hermanos Musulmanes tiene el respaldo
de la Coalición de Brigadas Revolucionarias.
Una de
las grandes incógnitas es saber si las milicias aceptarán los resultados que
salgan de estos comicios. Algunas de ellas ya han mostrado su rechazo a las
reglas de los comicios y demandan una revisión de los asientos que se
concederán en la Asamblea Nacional, que según la distribución, daría mayor
presencia a la libia Tripolitana.
¿Qué
pasará luego de estas elecciones?
Tras
estos comicios y con la Asamblea Constituida, el siguiente paso es elaborar una
Constitución para Libia. Para ello, los diputados elegidos en estos comicios
formarán una comisión que será la encargada de redactar un proyecto de
Constitución. Esta comisión deberá presentar el proyecto de Carta Magna 120
días después de la formación de este órgano. El texto presentado se llevará a
referéndum. Esa nueva constitución tendrá que resolver dos incógnitas: el papel
que tendrá el Islam en el futuro estado libio y el rol que jugarán las
autonomías en la nueva estructura estatal, especialmente debido a las disputas
entre tribus y la tradicional división entre las dos grandes regiones, la Libia
Tripolitana (mitad oeste) y la Libia Cirenaica (mitad este).
En conclusión,
las elecciones parlamentarias libias, poco publicitadas, sin mayor presencia
internacional, como sucede normalmente en África, parecieran buscar con
urgencia una legitimación internacional para la nueva situación de un país que
desde que cayó la Revolución Verde, ha sido sumido en una profunda anarquía y
pobreza.
LECTURA:
En un rincón de Libia
Las
bombas, las muertes, la invasión y ocupación del país no se ha detenido ni un
solo día y ha ido tomando proporciones inimaginables mientras los medios
internacionales dan la imagen de que todo terminó. Pero nada terminó, todo lo
contrario.
Estos grupos armados internacionales, la división de Libia,
las torturas, las capturas, robos, asesinatos… Todo ello está siendo movido
desde fuera y ha sido algo diario a lo largo de más de un año, mientras el
mundo mira hacia otro lado.
El área de Al Kufrah es un lugar muy estratégico para los
invasores, tanto por su posición geográfica como por estar al sur de los pozos
de petróleo, donde nace el gran rio, cerca de la frontera de Chad y de Sudan.
Los agresores a Libia intentan exterminar a todos los habitantes de la zona
para apoderarse del lugar. Pero los Tbawe son una tribu muy grande que habita
esta área además de parte de la tribu de Zawiah. Los Tbawe son africanos
subsaharianos y son gente de las montañas que viven entre Libia y Chad.
Los grupos internacionales armados, están llegando desde
Benghazi a Al Kufrah para exterminar a toda esta gente del Oasis de Al Kufrah y
como consecuencia también resultan violentada la tribu de Zawiah. Toda esta sangrienta
barbaridad de occidente, para quedarse con un lugar estratégico y con los pozos
de petróleo, no ha llamado la atención de ningún medio de comunicación trasnacional.
Libia está olvidada, la gente muere impunemente a manos de los invasores y sus
secuaces.
En Al Kufrah, vivieron
durante 40 años pacíficamente, unas etnias
con otras, sin tortura, asesinatos, violaciones, robos, como están
haciendo los delincuentes occidentales.
Los bombardeos,
desde que la OTAN inició la invasión de Libia, no han parado ni un solo día. Por esa violencia, entran armas en Libia en inmensas
cantidades y se venden a precios muy bajos. Los libios que han sufrido ataques
en sus casas, que continuamente son robados y muchas veces asesinados, las
compran para defenderse. En estos momentos, es más fácil y barato comprar una bomba o un
antiaéreo “made in USA” o en Francia que adquirir los productos básicos para
sobrevivir.
Es la nueva Libia, sin la Revolución Verde.
Para no perder la pista de Libia lea el Blog:
“Me
duele tu silencio. Indígnate”: http://libia-sos.blogspot.com/2012/07/la-dignidad-de-los-libios-frente-al.html#.T_Zls5GDGHs