martes, 26 de febrero de 2019


Al Grupo o Cartel de Lima, Contestación  para la consolidación de la Revolución Bolivariana en Venezuela
A los Gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú miembros del Grupo o Cartel de Lima obcecados en destruir la vida institucional, económica y social de la República Bolivariana de Venezuela.
1.    Condenamos las acciones deliberadas del régimen paramilitar y narcoterrorista de Iván Duque, de su tutor ultraderechista y racista Donald Trump obstinados en robar los recursos naturales de Venezuela sin importar el sufrimiento de la población ni los insistentes llamados de los pueblos del mundo, a que dejaran la farsa de la ayuda humanitaria y producir el 23 de febrero falsos positivos que produjeron violencia en territorio colombiano.
 2. Le reiteramos la valentía y el  coraje del pueblo venezolano en su lucha por su autodeterminación y soberanía, y  nos solidarizamos con los pueblos mal gobernados por el Grupo o Cartel de Lima que los han abandonado a su suerte por seguir órdenes del norte.
3. Denunciamos ante los pueblos del mundo que los gobiernos del Grupo de Lima sumisos a EEUU violan intencionalmente el derecho internacional, promueven la xenofobia contra los venezolanos y pretenden imponernos un gobierno de facto.
4. Expresamos agradecimiento a la mayoría de los pueblos (incluyendo aquellos mal gobernados por ustedes) y gobiernos del mundo (la mayoría) que han denunciado la falsa de la ayuda intervencionista humanitaria como método para invadir a Venezuela, y condenamos la violencia promovida y amparada por el gobierno colombiano contra los cuerpos de seguridad venezolanos el día 23 de febrero de 2019.
5. Solicitamos a la Corte Penal Internacional que tome en consideración la continuidad agresión criminal del gobierno de EEUU contra países como Libia, Irak, Siria, Afganistán  y de la violación de los acuerdos de paz en Colombia por el gobierno uribista de Duque que constituyen un crimen de lesa humanidad.
6. Pedimos al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas designar un experto independiente o de una comisión de investigación sobre la obsesión estadounidense y del Grupo o Cartel de Lima, en seguimiento a la profunda preocupación por “las graves violaciones de los derechos humanos en esos territorios donde asesina a dirigentes sindicales, indígenas y campesinos.
7. Manifestamos el carácter irreversible de la Revolución Bolivariana y de continuidad de sus autoridades constitucionales y legitimas encabezadas por el Presidente Nicolás Maduro como lo reconocen la mayoría de las Naciones Y pueblos del Mundo.
8. Expresamos nuestra satisfacción ante el número mayoritario de Estados que han respetado el derecho internacional y el gobierno legítimo y  constitucional de Nicolás Maduro Moros, electo por el voto popular.  En ese sentido, solicitamos las gestiones de los gobiernos respetuosos  a nivel internacional para dar a conocer los esfuerzos y las acciones que realiza el Gobierno Bolivariano de Venezuela para evitar la injerencia extranjera.
9. Resolvemos mantener permanente coordinación con los representantes de los gobiernos y los pueblos dignos del mundo, y con organizaciones internacionales que se rigen por los principios del derecho internacional
10. Exigimos a los gobiernos del Grupo o  Cartel de Lima respetar a los diplomáticos oficiales y legítimos de Venezuela en sus respetivos países y evitar acciones como las que cometieron en Costa Rica.
11. Aplaudimos a todos los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana por su gallarda defensa de la soberanía y los derechos del pueblo venezolano contra los intentos continuados del golpe de estado.
12. Reconocemos la integridad de los miembros del Poder Judicial y el Sistema de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela y aplaudimos los dictámenes contra los intentos de violación de la constitucionalidad cometidos por la Asamblea Nacional en desacato.
13. Hacemos un llamamiento a los gobiernos que ilegalmente han reconocido el golpe de estado en Venezuela que respeten la soberanía venezolana y permitan que este pueblo resuelva sus propios problemas.
14. Solicitamos el inmediato cese del bloqueo económico criminal que mantiene el gobierno de EEUU contra Venezuela y la devolución de los miles de millones de dólares y bienes que mantiene incautado para retrasar el progreso de Venezuela.
15. Reafirmamos el derecho de todos los venezolanos a vivir en democracia y libertad, y por consiguiente, reiteramos el llamado al Grupo o Cartel de Lima y sus jefes a respetar la autodeterminación y soberanía de la República Bolivariana de Venezuela y  a su Presidente Constitucional electo libremente el 20 de mayo de 2018, en elecciones adelantadas por petición de la oposición y observada por casi 200 observadores independientes.
16. Reiteramos nuestra convicción de que la democracia en Venezuela es patrimonio de los venezolanos y no aceptamos presiones ni políticas, ni militares, ni de la anti diplomacia de los de Lima.
17. Acordamos estar alertas contra los gobiernos entreguistas del Grupo o Cartel de Lima y exhortarnos a los pueblos del mundo a no permitir que continúe la mascarada de la ayuda intervencionista humanitaria para invadir  a Venezuela e imponer un gobierno totalitario y títere como ha pasado a lo largo de las invasiones estadounidenses en el mundo

Caracas, 25 de febrero de 2019.

sábado, 23 de febrero de 2019

EEUU: todo el manual contra Venezuela


Abiertamente, sin ambigüedades, el gobierno de Trump ensaya todos los métodos de golpe de estado contra Venezuela y prueba otros, como el actual de un “autoproclamado” que en su ejercicio ficticio ejerce el poder totalitario al creerse jefe de un “ejecutivo” y “legislativo”, de manera simultánea. Vale decir, que su farsa es tal, que el primer vicepresidente la AN en desacato aún no asume la presidencia del ilegal organismo. Pero el autoproclamado no quiere renunciar a su inmunidad parlamentaria, por la cantidad de delitos de lesa patria que comete a diario.
El estrangulamiento económico, fue aplicado en el Chile de Allende. Nixon ordenó “hacer gritar a la economía chilena”. Como no era suficiente, compraron a los militares cercanos al poder, y se delegó en la CIA el soporte. Ya sabemos el resto, Pinochet, su constitución eterna y uno de sus pupilos, Piñera, dos veces presidentes.
Contra Cuba,  un férreo bloqueo y embargo económico legalizado por demócratas y republicanos estadounidenses. Sin que hayan  renunciado a la intervención militar como la de Bahía de Cochinos, en la cual hubo hasta un “autoproclamado presidente”.
En Nicaragua, agregaron estrangulamiento económico y luego “el armar a la oposición”. Este ingrediente devino en unas elecciones hechas a la medida de la contra nicaragüense. El resultado quince años de penurias y retrocesos sociales.
En Honduras, Paraguay, el golpe fue parlamentario, aprovechando que las fuerzas progresistas no se habían consolidado.  En los casos de Haití, a Arístides, simplemente lo secuestraron, causaron una crisis socio político. Allí está Haití, paupérrimo.
En Iraq, Afganistán, Libia las mentiras mediáticas antecedieron las devastadoras invasiones. Con el desdichado apoyo de países y organismos árabes regionales que reconocieron gobiernos ilegítimos en Libia y Siria.
Todos esos  métodos se conjugan en Venezuela, con chantajes económicos y terrorismo psicológico para quebrar el nacionalismo  cívico  militar.
Venezuela es el centro del interés internacional. Destruir su Revolución es dar una lección de sangre a los pueblos que optan por la verdadera libertad e independencia. Hoy es la hora de los Pueblos, sobrevivir y ganar es abrir las grandes alamedas a la Paz Mundial. La  única opción es triunfar.

@bolivarreinaldo

sábado, 9 de febrero de 2019

Fraude europeo en la Conferencia de Uruguay sobre Venezuela

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Ignoraron los mecanismos internacionales de solución pacífica de controversia

La directora de política exterior de la Unión Europea, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia, Reino Unido, Costa Rica, Ecuador, y Uruguay han cometido un fraude contra la buena fe de los venezolanos y otros países de la región como México, Bolivia y el Caribe.

De entrada, el llamado grupo de contacto fue contaminado por países con una posición tomada contra el gobierno constitucional de Nicolás Maduro; que además atacan al país como Reino Unido (que se ha robado 1200 millones de dólares en oro de Venezuela), Francia, Alemania y Portugal que han dado respaldo al golpe de estado continuado; España que cual monarquía dio un ultimátum, y países del interventor grupo de Lima o sus afines como Costa Rica y Ecuador. Pero Rusia, país euroasiático no fue invitado, que pudo dar equilibrio al grupo de contacto. Han echado por la borda cualquier principio de solución pacífica de controversia, como los contenidos en la Carta de Naciones Unidas. 

Un grupo de contacto debe tener como principal fin el hacer una propuesta de diálogo o negociación para partes en conflictos. Pero estos once países se comportaron prácticamente como si del Consejo de Seguridad de la ONU se tratara al hacer un diagnóstico que responde al relato que ha impuesto la administración de EEUU sobre el gobierno venezolano como el de la crisis humanitaria, elecciones libres y desconocimiento de las elecciones adelantadas –en acuerdo incumplido por un sector oposicionistas-- del 20 de mayo de 2018, en la que participó otro importante sector de la oposición que está siendo desconocido por el oposicionismo. 

Estos once países, la mayoría europeos, sumados al bloqueo económico, pretenden dar órdenes para coordinar con un multilateral ayuda humanitaria –no solicitada, porque no hay ni conmoción por guerra ni por catástrofe natural—, a un país al cual le impiden comprar libremente medicamentos, alimentos e insumos en el exterior; le ordenan “elecciones libres” desconociendo que se han realizado comicios en los cuales la oposición ha ganado referendo, asamblea nacional, consejo legislativos, gobernaciones y alcaldías con el mismo organismo electoral validado como el mejor del mundo.

Los 11, cual voceros de Trump y del oposicionismo venezolano, se saltaron la misión esencial de un grupo de contacto, cual es hacer que las partes se sienten frente a una propuesta para alcanzar la paz, la estabilidad, la convivencia, dentro de los principios del derecho internacional. 

No está demás que los 11, que de seguro tienen sus expertos en derecho internacional, recuerden que:

En los mecanismos de solución pacífica de controversias, la negociación tiene diferencias fundamentales con el dialogo. En el diálogo las partes aún tienen elementos de cercanía por lo que aún pueden sentarse a conversar, solos o con acompañamiento especializado de testigos o facilitadores de buena fe, interesados en alcanzar la solución más constructiva en beneficio de la colectividad. Puede haber acompañantes que de antemano estén con una de las partes, en este caso, para cumplir un rol de testigo, de equilibrio, no obstante son fundamentales los que no están identificados abiertamente; su características es la credibilidad y la auctoritas reconocida. En el dialogo las partes elaboran una agenda común, con la ayuda de los facilitadores.

Cuando se llega a la negociación, las partes se han alegado por posiciones que parecen irreconciliables. Situaciones que pueden devenir en conflictos armados, intervenciones foráneas por aliados de una de las partes, por lo general la opositora, interesado en un cambio de gobierno.

La negociación, deviene de la vocación pacifista de actores mundiales, dado que no siempre las partes quieren hacerlo, en la creencia de que son victoriosos y “No hay nada que negociar”. Casos recientes como el sirio, la oposición, tornada en violenta y apoyada por occidente, advertía que debía salir el presidente. No obstante, se logró sentar a parte de ella en la mesa de negociaciones. El presidente convocó elecciones que no fueron reconocidas. En Siria las negociaciones fracasaron y se profundizó una guerra del ejército nacional contra mercenarios y terroristas que ha causado miles de fallecidos y millones de migrantes y refugiados.

En el caso colombiano, ha habido rondas de negociaciones gobierno – guerrilla, las cuales tienen una beligerancia de facto. En los gobiernos de Uribe la negociación no fue posible, debido a que la guerrilla fue catalogada como terrorista, frenando toda negociación. Con Santos, y por propuestas de gobiernos amigos, como el de Venezuela y Cuba, se concretó con la FARC, pero con el nuevo gobierno se paralizaron con el ELN.

Hay dos maneras de negociar. Una, por posiciones, donde cada parte lleva puntos irreductibles, confiada en su fuerza; la otra, por objetivos, como los de alcanzar la paz, la estabilidad y respetar los principios del derecho internacional. Esta es la más conveniente.

En el diálogo, hay facilitadores o acompañantes, con papel de testigo; pueden subir a buenos oficiantes, donde crean condiciones para el encuentro y la formulación de condiciones viables; en la negociación, hay mediadores, con un papel más activo, con formulación de propuestas de solución. Por ello, la claridad de los objetivos comunes es fundamental, y para formularlos debe invertirse tiempo y buena voluntad.

El gobierno del Presidente Constitucional Nicolás Maduro, ha dado la bienvenida a la posibilidad de sentarse a negociar. La otra parte, respaldad por EEUU que usa el bloqueo económico para forzar una decisión contraria a los principios de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, de entrada fija una posición de no ir a la negociación.  A propósito de esta situación, la actividad del gobierno estadounidense, lleva a plantearse que tal vez hace falta un grupo de contacto que promueva un diálogo entre EEUU y Venezuela. 

Si el análisis racional se impone, la oposición sabe que negociar es un peldaño más que el diálogo que ella misma interrumpió en Dominicana por buscar atajos como la violencia y el magnicidio.

Todo grupo de contacto ha de saber que lo primero para crear un ambiente para una futura negociación es exigir a los medios internacionales que deben mostrar la verdad sobre Venezuela, todas las imágenes y sonidos, todos los actores. Un grupo de contacto debe exigir equilibrio, porque la imparcialidad es imposible, a los medios internacionales.

Un grupo de contacto debe ser claro y determinante de no acepar y rechazar amenazas de intervención internacional como la militar, o las humanitarias, ni bloqueos económicos unilaterales. Sobre la mesa deben estar los asuntos comunes, las aspiraciones comunes, los objetivos comunes. En ese sentido, los sectores de oposición, después de llegar a una posición común –el gobierno bolivariano debe insistir que todos los grupos de oposición estén allí, para no negociar por separado-- debe ponerse de acuerdo de cuál es su propuesta de país, porque sacar un presidente por la fuerza no es plan de país, es objetivo militar. Venezuela se compone de muchas dimensiones como Estado Nación y se fundamenta en la soberanía popular. La negociación debe ser asumida con el objetivo común del ser compatriotas con diferencias pero en función de la paz activa, el progreso del país, el respeto a la democracia protagónica y participativa. 

En suma, son los venezolanos, su liderazgo, los que deben sentarse en la mesa de negociación con propuestas para llegar a acuerdos, el grupo de contacto tiene que facilitar esto y luego designar un grupo mediador que de acuerdo con ese mecanismo de solución de diferencias participe en la formulación de propuestas, pero jamás pretendiendo usurpar el principio de la autodeterminación de nuestro pueblo o fungir de un ficticio Consejo de Seguridad.

México y los países del Caribe se guiaron por los principios de la Carta de ONU. Lo que hicieron los once, principalmente europeos, en Montevideo está diametralmente opuesto a eso.  México y Uruguay deben exigir que todo gobierno en el grupo de contacto debe asumir los enunciados aquí expuestos: El gobierno de Venezuela debe subrayar reiteradamente la exigencia a que cualquier voluntad de acompañar o mediar debe atenerse a lo establecido en la carta de la ONU y los tratados internacionales que los contemplan.

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