La crisis del
sistema capitalista se propagará por toda Europa Occidental, que
tendrá que limar sus asperezas con Rusia y mirar hacia adentro. Sus
carencias harán que profundice su política de abastecerse a bajos
costos de África. El bipartidismo español terminará de hacer
crisis dando a las fuerzas de izquierdas una gran oportunidad de
acceder al poder institucional, dicha situación reavivará los
movimientos republicanos y separatistas en el subcontinente.
China, Rusia y la
India avanzarán en estrategias conjuntas que marcaran las líneas
mundiales de la economía. Este bloque competirá con el formado por
Europa Occidental, Japón y EEUU. En torno a ellos se conformaran las
alianzas que signaran la primera mitad del Siglo XXI. Las teorías
ideológicas darán matices y justificación a estos heterogéneos
acercamientos, en especial en el primer bloque. Esta condición
signará las relaciones internacionales,
África dará la
pauta multilateral e integracionista. Pondrá en jaque mate a la CPI
y a la OMC y empujara a una revisión definitiva de la ONU. En
integración será un paradigma con pasaporte y monedas comunes y
negociara fuerte a partir de sus inmensas riquezas mineras,
forestales y marinas. Los libios verdes propinaran un viraje
positivo a la macabra situación en la que la sumergió la OTAN en
2011.
En Asia Occidental
(“Medio Oriente”), el terrorismo organizado y financiado cederá
terreno. Desafortunadamente Israel continuará sus planes contra
Palestina, violando toda resolución ONU y acusando de antisemita a
todo el que diga esta verdad.
En Suramérica:
Se sentarán las bases para un nueva fracaso del modelo neoliberal en
Argentina, Brasil, Perú y Paraguay.
EEUU mostrará al
mundo porque eligió a quien eligió.
2017: Centenario de la Revolución Rusa