NO.
Es difícil hacer análisis internacionales. Las fuentes de información son escasas, repetitivas y cartelizadas. El analista termina haciendo ejercicios de comparación y divulgando los escenarios que le dan las agencias, y algún testigo presencial.
Es difícil hacer análisis internacionales. Las fuentes de información son escasas, repetitivas y cartelizadas. El analista termina haciendo ejercicios de comparación y divulgando los escenarios que le dan las agencias, y algún testigo presencial.
En
las elecciones recientes sucedió igual. Las fuentes fueron la prensa
gringa, mayoritariamente a favor de la candidata perdedora y las
encuestas de opinión, supeditadas a aquella.
Solo al final de la campaña
cuando un escándalo dio en el corazón de la demócrata, los
analistas llevados por el boom viraron para opinar que la votación
estaría cerrada. Pero fue tal el mercadeo mediático de que la
candidata ganaría que cuando perdió los titulares fueron
“sorpresa”; “impensable triunfo”, “se cayeron las
encuestas”.
Para
aderezar el desconcierto, vinieron los pos “estudios” enfocados en la imagen negativa que posicionaron las fuentes sobre el ganador,
que por tocar el lado emocional hacían ver que la contrincante era
una hermosa, sutil, y angelical dama incapaz de matar una mosca.
Fuimos
pocos los que centramos y divulgamos la investigación al pacto
histórico entre demócratas y republicano: la alternancia en el
poder que viene produciéndose desde los años 1950. Desde entonces
hay una paridad en presidencial para ambos partidos, y un reparto de
las cámaras de diputados, senadores. Y en la proporcionalidad que
hay en el número de gobernadores.
Republicanos
y Demócratas se distribuyen entre ellos toda la maneja del poder
ejecutivo y legislativo; mientras que por las características
vitalicias, y por ser exclusividad del Presidente designarlos, hace
que haya un equilibrio cuantitativo en el poder judicial.
Las
protestas son por parte de los demócratas convencidos por la
campaña. No hay polarización, allá hay bipartidismo de derecha.
Atención que no son protestas contra el sistema.
No
hubo sorpresa. Calo la propaganda contra el candidato de ofertas
controversiales y discurso vehemente, pero prevaleció el sistema de
colegios electorales.
¿Qué
pasará? Los republicanos tienen su forma de gobernar. Tienen sus
principios de política interna y de política exterior. Eso está en
sus plataformas y en la historia de su gobierno.; el Presidente
tendrá su estilo; EEUU es EEUU. Por allí debe comenzarse cualquier
análisis no mediatizado.
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