lunes, 15 de enero de 2018

Estresada la Plaza Bolívar

Estresada la Plaza Bolívar
Reinaldo Bolívar

Mientras el Presidente Nicolás Maduro se dirige entre los acordes marciales a presentar su mensaje anual ante la asamblea Nacional Constituyente, en la Plaza Bolívar, una música diametralmente opuesta suena a toda corneta. Al principio de la mañana, parecía natural para que mientras llegaba y esperaba la multitud se entretuviera. Poca música contestataria, en realidad, ni siquiera venezolana o caribeña. Es estresante.
Tenemos cierto tiempo atendiendo trabajos en un edificio aledaño a la Plaza Bolívar, o muchas veces estábamos en la Casa Amarilla. Si bien una Plaza Bolívar es un escenario de encuentro político,  a veces festivos, también lo es para la reflexión y la contemplación. Para la confluencia de niños, niñas, artes escénicas, o el silencio que muchas veces se extiende a un templo o iglesia. En sí una Plaza Bolívar es un teatro, una tribuna, y sobre todo un templo popular.

Si José Martí volviera a la Plaza Bolívar
El 21  de marzo de 1881 “Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba a donde estaba la estatua de Bolívar”.
Imaginamos a la ¨Plaza en su fase de templo, de casa abierta para el viajero cansado pero lleno de espiritualidad ante el suceso de estar frente a la representación del más grande hombre de América.
Hoy en día sería muy difícil conseguir ese momento de solaz en la plaza, que antes era cuidada además, de oficiales, por los llamados “Edecanes del Libertador”, adultos mayores que iban heredando naturalmente la custodia y que con sus historia entre reales y fabulosas recreaban el devenir de la Caracas Gloriosa.

Palomas, Ardillas y Perezas
Las palomas, aún se resisten a abandonar el lado oeste, en el pasillo que da a la Casa Amarillas, algunos infantes, cuando el escandalo electro acústico y a toda hora de la Plaza se los permite, les dan de comer.
Unas ardillas oscuras, sustituyeron a las otrora marroncitas que iban de tronco en tronco y competían en atractivo con un par de pereza que de cuando en vez se dejaban ver con sus sonrisas de monalisa. Cuentan que las ardillas rucio moro emigraron en búsqueda de mayor tranquilidad, tal vez una noche hacia el Paseo El Calvario (arriba). Alguien introdujo las oscuras que también huyen del mundanal ruido, y se pegan al último árbol de la esquina de Gradillas. Todos los pajaritos se fueron de la plaza. Ya no hay trinos matutinos.
De las perezas nunca más se supo. Tampoco de los alegres edecanes del Libertador. Les quitaron los bancos, en función de más espacio para que la Plaza Bolívar privilegiara los actos masivos, en desventajosa competencia con las plaza Diego Ibarra y la Caracas. La Plaza Bolívar está estresada.
Necesario es recuperar su equilibrio de espacio multi uso pero sin abusos. No puede ser un espacio continuo de agitación (salvo la esquina caliente), ni de concentración política, ni de espectáculos musicales. Además de ello, los José Martí de hoy necesitan un momento para acercarse a honrar al Bolívar ecuestre, siempre presto al combate; los más pequeños la requieren para correr alegremente detrás de las aves, para ver de nuevo las ardillas originales, y de ser posible una pereza mirándolos. La quisieran los abuelos para sentarse en los bancos, con respaldar, a recrearnos tanta gloria caraqueña.
Que haya de todo en la Plaza, hasta una fiesta de fin de año, una ofrenda floral, una banda marcial, un grupo de cámara, un mitin político, una encuentro revolucionario, pero que no deje de haber cada día, un trascendental momento contemplación, de reflexión.
Parafraseando a Ali Primera ¡Vida para los pájaros! ¡Qué regresen los pajaritos!, las ardillas rucio moro, las perezas, los viejitos, los bancos con respaldar,  los niñitos, las cotufas, los algodones, la música de retreta.; la meditación

¡Desestresen a la Plaza Bolívar!

¿El pobre puede saquear?

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¿En serio se ven caras de hambre en esta foto? Aquí hay un delito

40 de los países más pobres del mundo están en Asia y África. Oirás  de guerras y terrorismo, de elites hambreadoras, de migración forzada, pero no de robo de mercancías, de camiones o matanza de ganados.
Aquí hay tres hipótesis claras.
Una la de agitadores profesionales; dos la de un puñado de gente sin valores morales (omisión atribuida a sus familias, a la mala educación formal, a la  voracidad inculcada por por diversas vías) y tres una combinación de ambas.
Atreviéndonos más en la reflexión, el ensalzamiento mediático de estas puntuales manifestaciones de saqueos o asaltos, es una forma de violencia que aspira a reemplazar las barricadas del año pasado. 
Nadie va a negar que el acceso a los bienes de consumo básico se ha hecho difícil que el gobierno cotraataca a través de mecanismos como el clap, las sanciones a los especuladores y el aumento de los sueldos y del bono de alimentación (desvirtuado por los sindicatos, porque cada patrón debería darle desayuno y almuerzo sus trabajadores, pero alguien se dejo meter el strike del bono mensual y le abarató  la vida a lospatronos) y otros bonos, sin embargo un sector de avaros o bachaqueros (a todas luces minoritarios) ha sido captado para esta guerra sin cuartel contra Venezuela.
¿Sabías que los que matan ganado robado en las fincas del Estado, luego lo venden a la gente normal, no lo regalan? ¿Que los que saquean gandolas hacen otro tanto?
Todo bajo el amparo de la consigna “hay hambre” que graban mientras cometen estos delitos, esta muestra de perdida de valores.
Búscame un ejemplo de esos delitos  en África, en Asia, o en países pobres de Nuestra América.
La expropiación, que los medios llamaron saqueos, que hizo el pueblo en 1989 fue contra una oligarquía confabulada. En ese entonces los anaqueles estaban llenos y los bolsillos vacíos.
La táctica que usa el trumpismo venezolano ha sido la de destruir el poder adquisitivo del venezolano, dejarlo sin efectivo, aumentar los precios con un dolar artificial y ahora intentar un levantamiento popular. Por ahora, focalizado, ensayado.
Basta saber si ese levantamiento popular, el de la gente digna, que es mayoria, se produce y contra quien. Cuando hay conciencia politica y patriotismo se sabe muy bien quienes son los enemigos del Pueblo.

jueves, 4 de enero de 2018

Receta infalible para ser feliz y mejor



Para ser feliz, para ser mejor, no tenemos que hacer nada nuevo, solo se  debe practicar los principios universales del buen vivir cuales son la compasión, el desapego, el amor (ser amoroso o amorosa), la responsabilidad, la ética y el humanismo.  Eso es el deber ser. No son fases, son integrales e inseparables. Con  tu familia, comunidad, trabajo, lugar de estudio, y con el mundo.
La familia no es solamente el entorno de padre, madre, hermanos e hijos. Son todos los que llevan nuestra sangre, hasta aquella persona que apenas conoces. Si algo falla con alguno de ellos, algo falla en ti, en mi, en nosotros.
En este mundo moderno, nuestras puertas se han cerrado al vecino, a la comunidad. Los políticos hacen discursos para gente que a veces solo ven en actos o por televisión; muchos nos definimos de avanzada pero por lo general apenas saludamos y medio sonreímos a gente de nuestra propia comunidad. Las variadas formas de comunicación controlan las relaciones políticas con la comunidad y sus integrantes. Las mejores relaciones no pasan de casuales actos económicos como en los condominios. Las formas de organización de la comunidad devienen en grupúsculos que controlan los pocos recursos para sus propios intereses y expectativas.
La comunidad debería ser la familia entendida, hoy en día es como el familiar que apenas conoces. Ya hasta en las comunidades más populares se está perdiendo el sentido comunitario, las puertas se están cerrando, las casas y comercios se han enrejado, cual jaulas. La nada, vale decir, el individualismo,  se impone a la comuna Debemos aplicar el deber ser. Compasivo, desapegado, amoroso, responsable, ético y humanitario para la felicidad comunal. Y la comunidad debe incluir a toda una ciudad, a un país.
El lugar de trabajo pareciera ser el último reducto. Ya no los sindicatos que se han especializado en lo económico y se han hecho muy pares con los patronos. El trabajo puede ser fuente para la organización política, para algunos efectos de compañerismo, amistades escogidas o grupos de distracción. Su papel para fomentar las relaciones comunitarias o fortalecer los lazos familiares hoy en día es cuestionable. Al contrario, en los trabajos públicos y privados dominan los entornos. Los cercanos al poder de decisión patronal, directivo, partidista o sindical.
Los movimientos obreros tienen un lugar predominante en las grandes transformaciones de la humanidad. Cada principio enunciado debe aplicarse aquí.
Ser estudiante está imbuido de fuerza para aplicar en todo momento el deber ser, de lo contrario solo se es un gran lector, un gran crítico y cuando más un suma cum laude que va a engrosar las filas del individualismo y a ponerle más puertas de seguridad a la casa para aislarse más de la familia, de los vecinos, del mundo.
Mundo es sinónimo de gente que habita el planeta tierra. Por eso apenas se consideran las enfermedades del Planeta. En un mundo donde la familia se restringe al entorno favorito, donde solo queremos a quien nos quiere, es imposible pensar en serio que la Casa Tierra está herida y que sus futuros habitantes “mundo” la van a tener difícil. El mundo debería ser nuestra comunidad prolongada.
El deber ser compasivo, desapegado, amoroso, responsable, ético y humanitario es hoy en día difícil, casi imposible, porque solo priva el discurso de buenas intenciones como las del año nuevo en los que todos prometen, por lo general metas individuales, recetas para sí mismos, lejos de la comunidad, del mundo y hasta de la familia.
Es duro es difícil aplicar los principios.  A Jesús, por quien celebramos la Navidad el 25 de diciembre (aunque un montó no lo sabe y cree que celebra la llegada de Papa Noel), un día se le acercó un joven que vivía muy bien, que nada le faltaba.
 Era una persona que admiraba lo que hacía Cristo. Y hasta repetía algunas de sus palabras y empezó a decir que también era justo y quería ayudar a los pobres. Algo así como a veces hacemos cuando escribimos, o hablamos en los medios o nos subimos en una tarima (me incluyo) pero hasta allí llegamos, no arriesgamos más, no dejamos el pellejo como los grandes héroes y heroínas de la historia.
El joven se acercó a Jesús de Nazaret y arrodillándose le dijo que quería ir al reino de lo cielos, que le dijera como hacer. Fue sincero, le dijo que tenía muchos bienes y fortunas; le insinuó que podía comprar el reino de los cielos, algo así como dar donaciones o limosnas. El hombre rico olvidó que Jesús predicaba que el Reino de los Cielos es este mundo, la comunidad, la escuela, el trabajo, la familia. Por eso Jesús le dijo “vende todo lo que tiene y dalo a los pobres”. Y el muchacho se fue triste “porque tenía mucho”, dice el evangelio.
Y si hubiera tenido la mitad, de seguro se hubiere ido igual  triste, y si hubiere tenido un cuarto también daría la espalda triste.
Porque el deber ser solo son seis palabras pero no es apto para un mundo de individualidades o de entornos. Esas seis palabras están estrictamente relacionadas, no son alegorías, son el motor. Son como los órganos vitales del Ser.
Compasión, desapego, amor, responsabilidad, ética  y  humanismo para con la familia, el trabajo, la comunidad, el lugar de estudio y el mundo con la tierra.
Y así seremos universalmente mejores y felices cada quien, cada cual pero en especial todos y todas.


Reinaldo Bolívar 

martes, 19 de diciembre de 2017

Por qué te vas de Venezuela

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Suele presentarse la salida del país en estos tiempos de bloqueo económico como una consecuencia  de la gestión gobierno. “La situación país”, repiten los potenciales migrantes.  Por lo general, se trata de personas jóvenes con pocos años de graduadas.
El caso venezolano es de especial atención. El mayor número de emigrantes son egresados de universidades públicas,  vale decir, el estado a través del ejecutivo nacional ha invertido millones de bolívares o miles de dólares en convertirlos en individuos aptos para ejercer carreras de todo tipo. En especial, las muy atractivas como la medicina, la ingeniería o las científicas.
Es una “fuga de cerebros” que  preocupa, no porque alguien quiera ir al exterior tal vez a perfeccionarse para aplicar mejor en este país, sino porque significa una baja o inexistente identidad nacional. Es insulso decir “me fui de mi país porque no me gusta el gobierno”;  no es suficiente afirmar “me voy porque la situación económica está mala”. Quiere decir, que si llega a un país donde la situación no está acorde con sus expectativas emigra a otro y así hasta que llegue a “la tierra prometida”.
El buen país pareciera ser en donde el migrante gana mucho dinero aún a costa de severos sacrificios. No hay identidad, no hay arraigo en ningún lugar. La vida está determinada por la acumulación de riqueza. “Poderoso caballero es don dinero”. Quien quiere a su familia no la abandona a su suerte, quien quiere a su país se suma a construirlo en lo político, en lo económico, en lo cultural. Si lo ama lo da todo por él.
Se convierte este tipo de emigrante en un ser sin patria, dado que los principales motivos para tenerla los dejó a un lado.  Tan solo usara la simbología para ganarse la indulgencia de algún gobierno enemigo de Venezuela.
Migración forzada,  la hay. A causa de guerras civiles, por conflictos armados, por el terrorismo organizado, por los bombardeos de las potencias occidentales, por catástrofes naturales. Pero para crisis provocadas por cercos económicos,  el capitalismo salvaje empeñado en doblar el brazo a un pueblo lo que debe haber es más unidad para defenderse y hacer que este país salga adelante.

Identidad Nacional y no una vacía aspiración material es lo que hace grandes a las naciones. Conciencia Venezuela.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Jerusalén ¡Cuidado Trump!



¿Quién será el asesor o asesores de seguridad del Presidente de EEUU? El Señor Trump, a quien le encanta jugar a la espectacularidad ha  anunciado que mudara la embajada gringa de Tel Aviv a Jerusalén (Al-Quds). Una tremenda provocación de quien sabe cuál es el estatus de esa ciudad Palestina, cuya mitad Israel mantiene ocupada.
No se sabe cuál método ha usado el presidente estadounidense para tomar su decisión. Por el llamado “Método racional”, los costos superan ampliamente  los beneficios.
¿Los costos? EEUU estaría abiertamente perdiendo toda capacidad de ser buen oficiante, dado que pasaría a formar parte directa de la potencia ocupante; el gobierno republicano de EEUU estaría cediendo sin corta pisa a los intereses del lobby sionista, lo cual da la imagen los ciudadanos de una administración sumisa; los países árabes, los del Golfo Pérsico, que pesar de sus negocios petroleros con EEUU, están identificados con la Causa Palestina y no reconocen a Israel, se verán obligados a tomar una posición política frente a EEUU; las potencias medias de la zona como Irán y Turquía serán compelidas a pronunciarse y hasta a actuar para garantizar el actual estatus de Jerusalén, vital para que las negociaciones de paz; la administración Trump estaría echando por la borda todas las hipótesis de solución; ni siquiera el estado sionista de Israel podría sentirse beneficiado por esta medida unilateral, antes bien aumentaría su rechazo y condena mundial.
¿Los beneficios? EEUU, con un gobierno con graves problemas económicos en teoría recibiría mayores apoyos de los inversionistas israelíes, pero nunca como los que recibe de China y Japón; Trump pasaría a ser el hombre fuerte de la política de EEUU hacia el conflicto en árabe - israelí al pretender solucionarle a una de las partes un problema territorial.

Al aplicar otros métodos de toma decisión, como el organizacional, luce obvio que el gobierno trumpista no ha recibido los suficiente insumos para haber tomado una decisión que no corresponde con los tiempos de negociación en la subregión. Solo un modelo burocrático, cargado de discriminación y odio pudo haber resultado en la nefasta decisión.

jueves, 7 de diciembre de 2017

El Peaje a Europa


Si un africano quiere venir a Venezuela, por ejemplo un nigeriano, debe tomar un vuelo a Paris. Antes podía ir a Frankfurt (Alemania), pero la aerolínea de ese país se sumo al cruel bloqueo contra la Patria de Bolívar.

Hace unos cinco siglos los europeos trasladaban en “barcos negreros” a grupos enteros de África para esclavizarlos en América. Llegaban a Cuba, a EEUU a Suramérica. Maniatados, hambrientos y torturados. Los que sobrevían. Muchos se lanzaban a los brazos del oceano o simplemente morián asesinados por los despiadados esclavistas europeos.

Desde América Abyayala, no hay vuelos a África. Aunque parezca inverosímil para los que creen que en África hay solo pobreza, los vuelos que cruzan El Atlántico son africanos. Son aerolineas de Cabo Verde, Angola, Sudáfrica y Etiopía, países con una importante economía que vuelan a Brasil, Argentin y Cuba, en el caso de Angola. Contradictoriamente, Brasil, país que en tiempos de Lula se acercó a los países africanos de habla portuguesa, cesó sus vuelos.

En el caso de Venezuela - África, una de las banderan que enarbolamos desde 2005 fue la necesidad de vuelos mutuos. En ese sentido cursan propuestas con esos países citados, además de otros que poseen poderosas líneas aéreas como Argelia, Nogeria y Egipto. Vale recordar que en mayo de 2011 debió inaugurarse el vuelo Trípoli - Caracas, imposibilitado por él magnicidio contra Gafafi y Libia. Nuestra Revolución trabaja en ello, en romper el yugo aereo de Europa, muestra de ello es el vuelo semanal a Turquía y que hubo a Siria antes de la aversión a ese país.

Europa con su primacía aerea obliga al Sur a pagarle peaje. A comprarle visas de tránsito y esperar a ver si ellos creen apto a los habitantes de nuestros pueblos a pisar sus aeropuertos y montarse en sus aviones.

El prestigioso Grupo “All state made cultural group” de Nigeria, intento desde el 23 de noviembre venir a Venezuela para participar en el V Festival Cultural con los Pueblos de África. Con pasajes comprados por su país y con visas para Caracas. Pero la línea francesa decidió que no. Y nada se pudo hacer, salvo recibir los maltratos que después de 500 años sigue propinando el imperio a nuestros pueblos.

domingo, 12 de noviembre de 2017

La Cuestión Multilateral


Desde septiembre de 2006, cuando la República Bolivariana de Venezuela se enfrentó a EEUU (que usó a uno de sus gobiernos “aliados”) compitió por un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el multilateralismo ha cobrado otra dimensión. Un cariz, más político, de bloques, o para ser más mordaces, se ha agregado el elemento antiimperialista.
En esa oportunidad, luego de unas setenta votaciones (algo sin precedentes en la asamblea General de la ONU), debió irse a la figura de un outsider, y se seleccionó un tercer país para el diputado puesto. En término reales, Venezuela, aunque no ocupó el puesto, derrotó a EEUU al obligarlo a aceptar una opción concertada por Nuestra América.
A decir verdad, a EEUU no le va muy bien en el sistema ONU, sino fuera miembro permanente del Consejo de Seguridad, tal vez no sería electo para ninguno de los consejos. Porque aquella disputa de 20006 acabó con el cómodo sistema de reparto de puestos. Ni que decir de las derrotas que sufre cada octubre en donde el mundo entero, sin excepción, condena el criminal bloqueo contra Cuba.
Cundo algo no le sale regular (nunca le sale bien), se salta a la ONU y son capaces de declarar guerra unilaterales para bombardear a discreción. O si no se retiran de los organismos que le son incómodos o condenan a sus socios, como recientemente lo han vuelto hacer con la UNESCO (se han retirado dos veces).
La cuestión multilateral trae un mensaje de rebeldía implícito de los países del Sur, liderados queramos o no por los países africanos. Estos dan la bases fundamental para que la lucha en ese campo sea ganada por los países más comprometidos del Sur. Los africanos no solo son 54 países que opinan y votan, sino que poseen las instituciones regionales y subregionales de coordinación política más organizadas del mundo, lo cual las convierte en certeros grupos de presión. Mientras América Latina (sin el Caribe) se ha dividido para la guerra multilateral, y los asiáticos no cuentan aún con organizaciones cohesionadas, los africanos actúan en bloque férreos para afrontar retos multilaterales juntos.
Sobre este tema y la estrategia multilateral del Sur  volveremos en otra oportunidad.

De la Sierra de Coro a Caracas: La ruta hacia el 5 de julio de 1811

El derech o a ser y seguir siendo una nación libre y soberana se forjó con las luchas de indígenas, afros y, posteriormente, de una diversid...