lunes, 28 de agosto de 2017

El Perú Bolivariano


En 1997 visite por primera vez Perú. Lo hacía emulando  la Ruta de Simón Bolívar quien a partir de 1819 atravesó la Cordillera de los Andes para dar libertad a Suramérica.

Sí a Suramérica. Porque aunque el Libertador no hubiere pisado los suelos de Chile, Uruguay, Paraguay, Argentina, Brasil  fue el  Sol que irradió las grandes causas emancipadoras del continente. Su aurora libertaria abarcó a Centro América y al Caribe. Sin el paradigma bolivariano independizarse de los imperios europeos hubiere tardado aún más, tal como sucedió en África, India y otros países de Asia, o como sucede aún con pueblos subyugados a Europa en todo el orbe.

Recorrí Perú por carretera desde la frontera con Ecuador. Entre por Tumbes y de allí pueblo a pueblo por las costas del Pacífico. Parando en Trujillo, para arribar a Lima. De allí a la interplanetaria Nazca, luego a la cuna de los cóndores en Arequipa, para atravesar las montañas nevadas que conducen al imponente Cuzco. Caminé a Perú, subí a Machu Pichu para tomar de la energía de los Incas.

De solo imaginar a Simón Bolívar cabalgando o en mula, arengando voluntades para liberar a Perú, como lo prometió en 1817 cuando estuvo a punto de fallecer ahogado evadiendo a los realistas, o en 1824 cuando al borde de la muerte juro triunfar para dar independencia a la tierra de los Incas, uno se siente pequeñito.

Los míseros que no pueden explicar la inmensidad humana, justifican el heroísmo de Bolívar acusándolo de “ambicioso”. Él fue claro en explicar por qué hacía lo hacía “La Gloria está en ser grande y ser útil”. Fue infinito para superar las dificultades que impiden dar bienestar al pueblo. Útil para la gente, para la libertad.

En la Plaza Bolívar de Lima, donde está la estatua ecuestre original de Adamo Tadolini me detengo a contemplar la gloria inmensa de Bolívar. Un grupo de escolares se para al frente del héroe. Me dirijo a una de ellas y le pregunto:

-¿A ustedes le enseña quien es Simón Bolívar?
La niña, de unos 14 años, responde sonriente:
-Hay maestras que sí. San Martín es el Protector del Perú y Simón Bolívar, es el Libertador de mi país.
Nadie puede cambiar la historia. Bolívar es América.


@bolivarreinaldo

miércoles, 16 de agosto de 2017

Trancazo internacional a Venezuela



Era evidente que la celebración de las elecciones para la Constituyente constituía el ultimátum para el oposicionismo venezolano para derrocar el gobierno legítimo de Nicolás Maduro.

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Tres  grandes jugadas hicieron para evitar las elecciones cuya legitimidad estaba más que corroborada. La primera, la violencia focalizada en los municipios controlados, la cual mantuvieron hasta el propio 30 de julio; la segunda la compra de voluntades débiles políticamente como fue la de la ex Fiscal General de la República, que termina de manera abrupta y vergonzosa una gestión que al parecer fue la causante principal del aumento de la criminalidad en Venezuela y la tercera un “consultazo” similar a aquel “firmazo” de 2003, con el cual metieron al congelador al “paro golpista petrolero”. Esta vez el mediático y bufo “consultazo” fue el mensaje de catarsis para decir “fracasamos otra vez”.

Las tres casuales, lejos de enfriar al chavismo, lo fortalecieron porque se convirtió en un “Reto”, como el del Diablo a Florentino. El Pueblo Venezolano es Rondón para pelear y Florentino para contestar.

Son elementos  que dan para unos cuantos libros, uno de ellos podría ser “El Fracaso de las recetas golpistas en Venezuela”.

De todo esto queda una verdad inmensa “como la luna llena”, diría Alberto Arvelo Torrealba. No hubo nada espontaneo en la violencia terrorista; nada que de indicio de que “se les fue de las manos”.

Cada vez, de forma interdiaria, que la dirigencia de los partidos de la MUD quería ocasionar violencia y muerte, lo hacían. Cada encapuchado que salió a la calle, salía porque recibía un pago; cada artefacto incendiario, cada litro de gasolina, pirotécnico, material para armas caseras, máscaras antigases, chalecos fue pagado por esos partidos.

Y ese dinero venía del exterior, de esos gobiernos que bajo dirección yanqui animaron en la OEA la violencia, o desde la Unión Europea.

Ya naufragada la misión mercenaria. Los grandes jefes extranjeros echan el resto con una barricada internacional. Por ello las sanciones, las suspensiones y las declaraciones malcriadas porque no le cumplen sus caprichos imperiales.

Recibirán la misma medicina, y la Revolución Bolivariana seguirá fortaleciéndose y se perfeccionara con la Constituyente.


De la Sierra de Coro a Caracas: La ruta hacia el 5 de julio de 1811

El derech o a ser y seguir siendo una nación libre y soberana se forjó con las luchas de indígenas, afros y, posteriormente, de una diversid...