Chile: Mineros y minería

 
No hay nadie que no se haya alegrado por el desenlace feliz de los mineros que a 700 metros bajo tierra pasaron 69 días de angustia y esperanza, luego que en los primeros días las autoridades temían por sus vidas.
Cuando se anunció que habían dado con ellos y se le proveía de sustento a través de alta tecnología, el común denominador aguardaba tranquilo por las noticias, tipo boletines, en concordancia con la privacidad y hasta intimidad que estas situaciones pueden implicar en aspectos familiares y personales.
Los trabajadores de la minería de todo el mundo, preocupados por sus colegas, y en la seguridad del rescate, confiaban en que se abrirían las puertas mundiales tanto en los países mineros, como en los organismos multilaterales para abordar las condiciones de seguridad de ese sector. Los ambientalistas que se trataría internacionalmente los males que origina a la naturaleza la explotación sin reglas de los yacimientos. Los socialistas y humanistas que se pusiera un alto al saqueo de los países del Sur por parte de las corporaciones de la minería que apenas dejan paupérrimas regalías a los países como los africanos y casi ningún bienestar al pueblo, mas bien (o más mal) conflictos inducidos que son aprovechados por las corporaciones para profundizar la explotación minera.
Lo que si no se esperaba toda esta gente, la que eleva sus oraciones y buenas energías por la vida era que a medida se acercaba el rescate, las transnacionales de la comunicación fuesen conformando la trama para un espectáculo de gran envergadura que en nada consideraría las expectativas arriba señaladas.

Hoy, 20 de noviembre de 2010, la prensa anuncia que 33 esposas de otros mineros chilenos, cuyas condiciones de trabajo no han mejorado en nada, se internaron en una mina de 500 metros de profundidad para protestar y llamar la atención al gobierno de Chile sobre la real situación de ese sector.

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