lunes, 31 de enero de 2022

Proceso y carácter de la conquista y la colonización en el Caribe



 En este ensayo, se abordará el tópico referido a la conquista y a la colonización española en el Abya Yala, llamada por ellos “Indias Occidentales”, para posteriormente denominarse cartográficamente “América”, nombre con el cual se identifica hoy este continente, al que típicamente se le agrega también el adjetivo “Latina”, acepción francesa que se impuso por fuerza del uso, mientras que la parte insular, conquistada y ocupada por Francia, Gran Bretaña y Países Bajos, se le denomina con un nombre más propios de sus antepasados “Caribe”; la parte septentrional del continente, sencillamente se conoce como América del Norte.

En todo este gran territorio, única masa de tierra separada por miles de kilómetros de la otra parte del planeta conformada por Eurasia y África, habitaron varias culturas o civilizaciones de gran trascendencia, tres de las cuales aún sobreviven, a pesar del determinante desplazamiento, calificado de genocidio, que sufrieron con la conquista, ocupación y colonización.

La historia de los acontecimientos en este continente del Abya Yala, a partir del 12 de octubre de 1492, en principio ha dependido de los pocos historiadores para la época, y de las propias historias, notas, diarios de los navegantes, comenzando por Cristóbal Colón y sus “Diarios”, y otros conquistadores; así como de civiles y religiosos que los acompañaban. Esto significa, que las principales fuentes escritas son europeas o de mestizos, como el Inca Garcilaso de la Vega.

Los más connotados autores de esa época son el anterior, Garcilaso de la Vega, quien era hijo de un conquistador y una integrante de la realeza inca. Garcilaso de la Vega (1519-1616) en su Historia General del Perú lo hace desde la presencia y contacto con su padre europeo participe de la colonización, así como de su madre inca.

Otro cronista, es Fray Bartolomé de las Casas (1474/84-1566), cuya obra, Historia General de las Indias,  es fuente obligada de historiadores y escritores de todas las épocas. La evolución del este escritor, se expresa en su misma obra, en la cual toma partida a favor de los indígenas a quienes ve exterminar y torturar por los españoles.

Luego, encontramos a Francisco López de Gomara (1511-1562), y su Historia General de Las Indias y Vida de Hernán Cortés, escrita por relatos de terceros, entre ellos Cortés, de quien fue secretario en España. Hay otros autores como el conquistador Bernal Díaz del Castillo, quien refuta a López (1485-1584), y escribe La Verdadera Historia de la Conquista de Nueva España.

Estos historiadores, el que menos, si bien trataron de hacer relatos ilustrativos –todas estas obras están llenas de abundantes descripciones que sustituyeron la carencia de pintores y de instrumentos para captar imágenes, las que ellos plasmaron en su prosa ha sido la que hasta hace poco inspiró el imaginario artístico—, guiaron sus obras llevados por un valores subjetivos, por lo general para justificar las acciones de la colonización y la conquista, siendo de ellos, un poco más equilibrado, por su condición de mestizo, Garcilaso de La Vega.

Más cercano al Abya Yala, está el mestizo neogranadino José Oviedo y Baños (1671-1738) quien escribió Historia de la conquista y población en la Provincia de Venezuela, que es uno de los principales referentes para la descripción de los aborígenes del Caribe, que sin embargo toma referencias de De Las Casas, en varios de sus pasajes.

En los últimos tiempos el desarrollo de las ciencias como la arqueología, antropología, biología, geografía, paleontología, medicina forense que cuenta con grandes avances tecnológicos nos traen relatos científicos y pruebas que en varios casos o confirman las historia o nos dan visiones verdaderas o más cercanas a las era antes de la llegada de los europeos y posterior a ella.

Los “indios” Caribes en la prosa de López de Gomara

Para el desarrollo de este ensayo, hemos leído la Historia General de las Indias de López de Gomara (1552), sobre cuyas afirmaciones haremos algunas consideraciones y análisis

En dicha obra, López, además de las descripciones de los paisajes, gastronomía, flora y fauna, describe varias de las llegadas y conquistas de “militares” españoles, después de Colón, a diversos puntos del Caribe, Insular, el costero (Venezuela, Colombia, Centroamérica); México, Chile y Perú (de este relata con amplitud, la guerra civil entre los españoles Almagro y Pizarro).

López, a lo largo de su  obra describe a la gente Caribe de la manera más cruda, los presenta como auténticos salvajes, aberrados, y en particular como carnívoros. Una vez que estos “indios”, que al principio fueron pacíficos se rebelan, son considerados por el autor, como “carnívoros”, herejes  y depravados. En cada batalla que pierde un batallón español,  los caribes “matan y se comen a los europeos”, de acuerdo con López, que de esta manera predispone al lector, que para la época, leían solo los burgueses y los nobles, contra los pueblos originarios.

 Un manejo, adrede, de lo religioso, que siempre estuvo presente en las relaciones de dominación de España con los territorios invadidos. A los aborígenes los calificó de paganos, adoradores del demonio, aberrados y carnívoros, suficiente expediente para exterminarlos. A los africanos esclavizados, de brujos y brujas, a los cuales llevaría miles a la hoguera; y a los patriotas de infieles que merecían un castigo divino. De tal manera que la conquista estaba ampliamente justificada, a pesar de las muertes.

  López, por ejemplo narra las matanzas por españoles de indígenas considerados homosexuales, asesinatos, que según López agradecen los “indios”. Es una constante en la obra el tema sexual, visto como perversión en los indígenas, es decir, como pecado que merecía el castigo. Téngase en cuenta que López era un eclesiástico, y su pluma además de responder a la nobleza, estaba obligada por sus votos religiosos.  En ese prontuario histórico, López, afirma que antes de casar a una doncella india, ésta debía permanecer dos años encerrada. Luego antes de entregarse a su novio era probada por los caciques, si el novio era un cacique, o por los iguales del novio. A este expediente inquisidor sumaba, uno pero “los caribes creían y adoraban al diablo”.

El trato en la obra a la mujer indígena es denigrante, muy contrario a la obra de Oviedo y Baños, que ofrece la descripción de mujeres piaches o cacicas respetables y de gran valor, y de matrimonio estables como el Guaicaipuro con Urquía. Pareciera López, desconocer la historia del Imperio Romano, donde los escándalos y perversiones todavía causan asombros.

Sobre el argumento del canibalismo. Expresamos arriba, que si bien no hay historiadores para la época que escribieran la historia desde la perspectiva indígena, los avances de la ciencia ya dan testimonios reales. Por ejemplo un equipo de arqueólogos de la Universidad de Syracuse dice que:

El doctor Arthur Reginald “Reg” Murphy, arqueólogo de Antigua quien encabeza el equipo de investigadores y arqueólogos de la Universidad de Syracuse, el Farmingdale State College y el Brooklyn College, expresó a The Guardian que, del análisis de su dieta, no han encontrado evidencia de que los caribes alguna vez comieran humanos… Hemos aprendido que, lejos de ser caníbales, en gran medida vivían de animales y de peces», expresó Valmond, quien es descendiente de caribe. La imagen de los caribes como caníbales salvajes se basa completamente en relatos coloniales: «No sabemos nada de ellos, excepto lo que nos dijeron los europeos, y ellos tenían su propia agenda», puntualizó Murphy. (El Adoquín: https://eladoquintimes.com/2018/05/16/los-indios-caribes-el-mito-del-canibalismo-y-sobre-juan-garrido/)

Esta investigación científica de 2018, aunque como toda indagación tiene sus contra investigaciones, ha empezado a poner las cosas en su lugar, o al menos no dar por cierto toda la historiografía europea sobre los Caribes.

Estos Caribes eran más bien pacíficos e ingenuos como lo relata el propio López. Cuenta que el conquistador  Diego Velázquez  recibió de los indios en un caserío diez  granos de oro, un ídolo de oro, una cabeza de perro hecho de calcedonia, una medalla de oro,  cuatro zarcillos de turquesa,  un collar de oro, una trenza de oro, una rana de oro, seis gargantillas de oro, cinco máscaras de piedra de oro,  camisetas y mantas de algodón. Y a cambio le dio a los pacíficos hombre color canario:   dos camisas, dos espejos, dos cintas de cuero, dos zarcillos, dos tijeras, cuatro cuchillos, tres peines, cien alfileres, tres medallas y doscientas cuentas de vidrio, y cosas de poco valor.  Oviedo y Baños, en la obra que hemos citado dice de los caribes:

Al tiempo de su conquista era habitada esta provincia de innumerable gentío de diversas naciones, que sin reconocer monarca superior que las dominase todas, vivían rindiendo vasallaje cada pueblo a su particular cacique; pero después de las mudanzas del tiempo, y la continua extracción de indios, que por espacio de más de veinte años se hizo para las islas de Barlovento, y otras partes, la consumieron de suerte, que el día de hoy en ochenta y dos pueblos, de bien corta vecindad cada uno, apenas mantienen entre las cenizas de su destrucción la memoria de lo que fueron (p 32)

La conquista se hizo precisamente aprovechando muchas veces la buena voluntad de los indígenas que aceptaban, bien sea por creencias religiosas, por la abundancia a aquellos hombres extranjeros. De los indígenas salieron los guías, los traductores de idiomas; por la fuerza sería servidumbre; y por la habilidad política del conquistador serían divididos y puestos a luchar entre ellos, a muerte. No obstante, los comentarios López, debe aceptar la fuerza de la evidencia de sus informantes sobre el método de conquista y colonización sobre los territorios caribes:

Hay ahora pocos indios, y aquellos son cristianos. La culpa de su muerte cargan a los gobernadores, y la crueldad, a los pobladores, soldados y capitanes (López, p.105).

Bibliografía:

- De Las Casas B (1559) Historia General de las indias.

- De La Vega Garcilazo (1616) Historia General del Perú. Recuperado de http://shemer.mslib.huji.ac.il/lib/W/ebooks/001531298.pdf

- El Adoquín: Recuperado de https://eladoquintimes.com/2018/05/16/los-indios-caribes-el-mito-del-canibalismo-y-sobre-juan-garrido/)

- López de Gomara (1552). Historia General de las Indias

- Oviedo y Baños (1616) Historia de la Conquista y población de la provincia de Venezuela               Recuperado de    https://biblioteca.org.ar/libros/211673.pdf

 

 

  

 

 

 


La vivienda prehispánica en el Caribe

 


Un aspecto atractivo del período pre hispano es la arquitectura. En el caso de las grandes culturas como las centroafricanas y suramericanas estas han sido ampliamente estudiadas por las ciencias sociales, como la antropología y la arqueología. Aún hoy, se exploran con ahínco, por la magnitud de las grandes ciudades que legaron tan avanzadas civilizaciones.

No ha sido así para la arquitectura prehispánica de las naciones arahuas y caribe que poblaban las costas del Abya Yala, de lo que hoy va de Venezuela hasta Guatemala, incluyendo las islas mayores y menores del Mar Caribe. Los estudios como el de Juan Bosh, El Caribe frontera imperial, se centran más en los pormenores de la colonización y conquista, así como en las luchas de resistencia y rebelión de los Caribes, especialmente en la Santo Domingo, Cuba, Puerto Rico, Colombia  y Venezuela.

De los caribes se ha puesto especial atención en sus habilidades como navegantes, lo cual queda demostrado por los constantes desplazamientos que hacían por todo el mar interno. Por ejemplo, la ruta tradicional del Este de Venezuela hacia el rosario de islas que cercana como Trinidad Tobago, hasta Barbados.

Los primeros datos sobre el paisaje humano de los Caribes los proporciona el propio Cristóbal Colón en sus Diarios de Viajes.

Sus casas eran de adentro muy barridas y limpias, y sus camas y paramentos de cosas que son como redes de algodón; ellas, las casas son todas a manera de alfaneques y muy altas y buenas chimeneas, mas no vide entre muchas poblaciones que yo vide que ninguna pasase de doce hasta quince casas (p.39)

Las redes de algodón eran las hamacas y chinchorros, espectacular cama área que protegía de la humedad del suelo de tierra y del peligro de algún animal rastrero o salvaje. Luego Colón tendría noticias de inmensos poblados que podían superar las 500 viviendas.

Las viviendas tenían forma de tienda de campaña (alfaneques), de gran altura; lo que significa que su construcción consideraba el calor y la humedad. Dentro de ellas, sus habitantes colgaban hamacas o  chinchorros para dormir, por lo que tenían buenas columnas de madera. Colón cita la presencia de chimeneas, que también puede ser elementos de ventilación, dado que por lo general las comunidades indígenas cocinaban al aire libre, pero en tiempo de lluvia, dentro del amplio bohío, cuya altura y salida de aire permitía la salida del humo de manera natural.

Bosch (2009) alude que los arahuacos y los caribes tenían viviendas muy parecidas. Habitaban  grandes bohíos o caneyes familiares (más adelante veremos la diferencia de estas dos edificaciones). Bosch apunta, que para los indígenas familia significa padre, madre, hijos, abuelos, bis abuelos, primos, sobrinos, algo más que la conocida familia extendida, por consiguiente necesitaban grandes viviendas colectivas.

Continúa Colón su descripción, llena de asombro: “El señor los llevó al lugar a una casa redonda que parecía un templo, donde los sentó en banquillos muy labrados de palma negra".

A lo largo de diario de Colón y de otros cronistas aparecen referencias a muebles, decorados, máscaras, pinturas que denotan que si bien las viviendas podían ser desmontadas rápidamente, había una cierta pertenencia al poblado. El descubrimiento de jeroglíficos, en una guía sobre la cercanía de estos pueblos; así mismo, en ocasiones, se han conseguido construcciones de acueductos con cierta complejidad, como por ejemplo, en los Caquetíos en el Estado Falcón, quienes llevaban agua dulce por acueductos desde la Sierra a la zona que hoy ocupa la ciudad de Coro. Los Caquetíos califican dentro de las denominadas culturas hídricas, comparables las que poblaron las riberas del Nilo en Sudán y Egipto. Su características principal fue la de hacer sus moradas respetando el bosque y las riberas, y canalizando el agua de los ríos para aprovechar sus ciclos de crecida.

Soraluce-Blond (2003) en su ensayo “El Bohío cubano: Arquitectura de Cubierta vegetal en el Caribe”, cita las visiones de varios cronistas españoles, no solo en Cuba, sino en otras zonas caribeñas. De él tomamos varias descripciones. Los cronistas refieren que la casa del cacique o jefe vivía en una casa redonda que estaba dividida en dos piezas. Una demostración de jerarquía, en la cual se mostraba que el jefe no vivía en el bohío o caney familiar, sino que lo hacía en una casa grande de dos piezas, una de ellas para recibir a la visita, atender a sus principales, y una más privada. En hechos narrados sobre los caciques venezolanos, es común la narrativa de la casa o choza del jefe. En ocasiones estas viviendas hechas de paja y madera fueron quemadas por los enemigos, como fue el caso del Cacique Guaicaipuro.

Las viviendas en varias oportunidades formaban pueblos cuyo eje era una plaza que tenía un gran árbol en el centro. “Las casas eran altas y redondas, hechas de madera con techos de palmas y otras diferentes hojas que llegaban al suelo, maravillosamente fabricadas”, señala De las Casas. Colón refiere que sus hombres llegaron a ver pueblos de hasta 500 casas y miles de indígenas viviendo en ellas. Normalmente, los españoles desplazaban esas poblaciones por la fuerzas, y allí construían sus poblados.  De las Casas, ratifica lo que vio Colón y varios de los conquistadores:

 Las casas son de madera y paja muy luengas y delgadas, hechas del modo de una campana, por lo alto angostas y a lo bajo anchas y para mucha gente bien capaces, dejan en lo alto un respiradero por donde salga el humo y encima unos caballetes o coronas muy bien labrados y proporcionados (p.264)

Los pocos investigadores de esta arquitectura, distinguen dos tipos de moradas, que todavía pueden verse en poblaciones indígenas caribanas. La casa de forma redonda cónica y la casa oblonga. En la etnia Pemón, en Venezuela: se distinguen tres tipos: oblongas o elípticas, cuadradas y redondas. A pesar del predominio colectivo, de vivienda familiar, algunas de ellas eran cercadas, con una verja natural de ramas, hilos de algodón o bejuco de no más de un metro de altura.

Soraluce-Blond (2003), señala uno de los motivos principales para el establecimiento de los poblados indígenas:

Los indios Taínos vivían agrupados en pequeños pueblos a los que llamaban yucayeques, esparcidos por las islas, aunque casi siempre situados junto a los ríos y a las costas del mar. Así podían obtener fácilmente el agua, bañarse, pescar y cazar animales. El estar cerca de las aguas les permitía trasladarse de un lugar a otro en pequeñas embarcaciones o canoas. Las casas de los yucayaques formaban agrupaciones urbanas llamadas bateys, a modo de plazas rodeadas de cabañas. Las construcciones eran de dos tipos diferentes, los bohíos y los caneys. Ambas se fabricaban con cañas o ramas muy unidas y amarradas con bejucos. Las techaban con guano, la hoja de la palma y los suelos eran de tierra apisonada (p.1)

Estas construcciones eran bien cuidadas. Como puede verse usando materiales naturales como árboles y tierra (bahareque). Algunas a cuatro aguas, otras a tres y de dos. El techo era de hojas de palma, palma brava y en ciertos casos de cactus. En el caso de las viviendas familiares no existían divisiones internas, muy acorde con la libertad en el vestir “escaso”, o más bien lo necesario, y acorde al clima de los originarios.

Paseándonos por esas realidades, se deduce que los caribes, además de buenos navegantes, eran buenos arquitectos. Bien es sabido, lo complicado que es la construcción circular, la cual los caribe dominaban perfectamente en la edificación de los bohíos.

Los españoles expresaban la gran habilitada que poseían, siendo capaces de construir un pueblo en dos o tres días con aquellas maravillas de viviendas, en las que no pocas veces habitaron los colonizadores. Además de que sus primeros pueblos, fueron de aquellos materiales, si bien los capitanes se referían despectivamente a ellos como “rancheríos”.  La técnica para de construcción, el material cercano y abundante, posibilitaba los desplazamientos periódicos que hacían tribus enteras bien sea por clima, falta de alimentos, catástrofes naturales, o luego de la llegada de los europeos, por la guerra. En cuanto a que diferenciaba el bohío (figura 1) y el caney (figura 2), apunta Soraluce-Blond (2003)

Se encuentran en la forma y en el tamaño. Los bohíos eran rectangulares y los caneys circulares, más amplios mejor construidos y poseían al frente un porche. El Caney era la casa de los jefes o Caciques según algunos autores, aunque Colón encontró grandes caneys de uso colectivo, su forma troncocónica se remataba en la cumbrera con una estructura de madera por donde salía el humo. A la salida de los poblados también construían casas elevadas sobre horcones y aisladas del suelo a las que llamaban barbacoas, construcciones adaptadas a zonas pantanosas o para los bordes de los ríos (p.2).

En la anterior cita, encontramos una referencia a los llamados “palafitos” que aún hay en el Lago de Maracaibo y que tan gran impresión causaron a los europeos. La técnica del palafito, requería del conocimiento del tipo de madera que pudiera perdurar sobre el agua y contener la humedad.

Las viviendas de los caribes, cumplían su principal función de abrigo a la familia y de fundamento social en la formación del pueblo. Los conquistadores, en sus diarios, incluyendo a Colón, se refieren a la belleza de esas casas, muy pulcras. Hasta hacen alusión a esculturas y máscaras que adornaban aquellas casas.

Importante tema este sobre las edificaciones prehispánicas Caribe. El material con el cual fueron construidas, en perfecta armonía con la naturaleza, lo que hoy se calificaría como “biodegradable”, haría que además de las quemas a las que fueron muchas veces sometidas en las guerras de rebelión, con el tiempo se fundieran nuevamente en la naturaleza. Su testimonio es aún, la herencia de pueblos caribes que aún viven en varios espacios de Venezuela, Brasil, Colombia y Centro América. “Son seguras, limpias y sanas, es un placer verlas y habitarlas”. (Colón el 17 de octubre de 1492).




 

Bibliografía

-Bosch, J. (2009). El Caribe Fronteral Imperial. Fundación Juan Boch. México. Recuperado de http://biblioteca.diputados.gob.mx/janium/bv/ce/scpd/LX/cris_colon.pdf.

Colón, C  (SF). Los Diarios de Colón.  Recuperado de https://juancarloslemusstave.files.wordpress.com/2014/07/diarios-de-colc3b3n.pdf

De Las Casas, B (1561). Historia de Las Indias. Libro I. H

Soraluce-Blond, J, (2003). El bohío cubano: Arquitecturas de Cubierta Vegetal en el Caribe. Cuaderno de Etnografía Canaria. II Época – nº 14 abril 2003- pp. 144- 147) Universidad de A Coruña

 

jueves, 11 de noviembre de 2021

La corporación occidental va por Etiopía.




Etiopía la cuna de la humanidad, la nación que nunca pudo ser invadida por ningún imperio hoy es noticia, ante la arremetida de un grupo apoyado desde el exterior para detener los avances económicos y sociales  de un país que para el 2018 era considerado un verdadero milagro económico con un gobierno que luego de casi 30 años pudo lograr superar el conflicto bélico con la vecina Eritrea. Vamos a contextualizar lo que ocurre en la vieja Abisinia

Etiopía, se encuentra en el Cuerno de África, al este del continente.  Su superficie es de 1.136.259 Km2, por lo que puede considerarse un país grande.

Su población aproximada es de 114.963.583 personas, con una densidad de población de 101 habitantes por Km2. Junto a Nigeria, Egipto y la RD Congo es uno de los países más poblados de África.

Un próspero gobierno

En 2019, era voz populi el desmesurado crecimiento económico etíope. Europa Occidental, prendió las alarmas. El 7 de diciembre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, visita Etiopía visita al viejo país.

10 días después,  17 de diciembre de 2019 el país lanza primer satélite etíope ET-RSS1, de tecnología china. Etiopía se convirtió así en el noveno país africano en contar con un satélite espacial junto con Argelia, Angola, Egipto, Ghana, Kenia, Marruecos, Nigeria y Sudáfrica.

Algo bueno pasaba en Etiopía desde tiempo del repentina y sospechosamente muerto a la temprana edad de 57 años, Meles Zenawi,  quien fuera integrante del Frente de Liberación del Pueblo Tigray y luego del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (FLPT/FDRPE) uno de los líderes más influyentes de África, que luego de pacificar y unir al país lo enrumbó por el sendero de la prosperidad. Los datos externos lo confirman:

En 2011, la revista The Economist denominó reseñó que Etiopía lideraba los llamados los “lion kins” africanos. Ello porque entre 2001 y 2010 la economía etíope creció a una media de 8,5%; entre 2011 y 2015 un sorprendente 10% y en 2019, antes de la pandemia del COVID 19 un nada despreciable 7,4%.  La renta per cápita paso de 1999 de 556 $  a 1.110 dólares en 2010, y a 2.511$ en 2019. El empleo urbano entró en un crecimiento sostenido que significó el aumento del consumo de bienes y servicios.

Antes del COVID 19, en 2020, era uno de los siete países ¡Del Mundo!, qué más crecía.

En la salud, la esperanza de vida pasó del año 2000 al 2019 de 52 años a 66 años, la mortalidad infantil se redujo significativamente y la planificación familiar incidió en el número de nacimientos por mujer de 7 a 4 hijos, lo cual revela un fortalecimiento en la educación del país.

La inversión en infraestructura se quintuplicó, carreteras, autopista, viviendas, escuelas y sobre todo industrias aparecieron por todo el país; la industria textil, el sector de las bebidas, la producción hidroeléctrica, el algodón orgánico, y el sector hortofrutícola se dispararon. Etiopía se revelaba como un país en creciente prosperidad, aceleradamente quedaba atrás el país de las hambrunas y sequías que vivía casi exclusivamente de la cooperación unilateral, ahora llegaban inversionistas de China, India, Estados Unidos, Francia, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.

Un largo tren chino en Etiopía

En 2016, se inauguró entre Yibuti  y Addis Abeba, uno de los trenes ligeros más largos del mundo. La tecnología china, el mayor socio comercial de África, privilegiada en el tendido de la “Ruta de la Seda”.

"Este es en verdad un momento histórico, un orgullo para nuestras naciones y pueblos", dijo Haile Mariam Desalegn, el primer ministro de Etiopía, antes de subir al primer tren eléctrico y transnacional en África ⎯ "Esta línea férrea cambiará el panorama social y económico de nuestros dos países".

Cuatro mil millones de dólares en una inversión para el desarrollo que además garantiza a Etiopía un puerto seguro al mar a través de Yibuti.

Una represa polémica

En Etiopía nace una de las vertientes del Río Nilo. Según cálculos conservadores, el agua que nace en Etiopía podría saciar a toda el este de África y noreste del continente.

La represa del Renacimiento ha sido fuente de negociaciones con los gobiernos de Egipto y Sudán. Con la caída de Omar Al Bashir, de Sudán, y la llegada de un gobierno pro occidental, la oposición al llenado de la represa se agudizó. Mientras Egipto pide un retraso de hasta 8 años en la operatividad total de la represa.

La presa es parte de los planes a largo plazo de desarrollo agro industrial de Etiopía, que ha demostrado tener una agenda de largo aliento para su crecimiento y bienestar, no solo para Etiopía, sino para los países aguas abajo, han asegurado las autoridades etíopes.

Pero el caso, que implica soberanía y derecho internacional ha llegado a la ONU, mientras que factores políticos “aguas abajo”, pretenden crear crispaciones, en lugar de concertaciones.

La paz con Eritrea

En 1993, Eritrea, mediante un referendo, se separa de Etiopía dejándola sin salida al mar; una analogía que recuerda la separación de Sur Sudán de Sudán. De manera ilógica el nuevo país de Sur Sudán, nacía con mucho petróleo pero sin costas y con muchas necesidades. La ONU en ninguno de los casos previó una situación que estaba llamada a crear conflictos bélicos.

En septiembre de 2018 el presidente de Eritrea, Isaías Afwerki, y el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, firmaron un acuerdo que puso fin a 20 años de conflicto. Ahmed fue el gran propulsor de ese tratado que fortalecía las condiciones de avance social y económico del pueblo etíope.

El Conflicto del Tigray

Cuando se produce un conflicto en algún país africano, el reduccionismo analítico acude de inmediato a la razón étnica o religiosa como razón.

En  Etiopía los musulmanes llegaron en el año 615, los cristianos antes, en el siglo IV. Entre estos grupos no ha habido confrontaciones. Etiopía es un modelo de convivencia entre estos grupos, que hasta celebran festividades de manera recíproca. Mientras no haya imposiciones sectarias de uno de las religiones sobre la otra, la conflictividad no aparece.

Los tigray, de profesión mayoritaria cristiana, son unos 7 millones de etíopes, aproximadamente el 6% de la población nacional. Las etnias mayoritarias son Oromo con casi 35 %; los Amhara, 27 %. Luego los Somalí, tan grande como los Tigray, y con menos de 2 %  los Sidama, Wlayta, Hadiya, Afar, Gurage, Silti, Gamo, Gedeo, Kafa. Por último, los grupos de menos de un millón de personas como los Awi, Dawro, Kambata, Bench, Aari, Komso, Meskan, Ximre, Alaba, Berta, Koorete, Nuer, Argobam Kemantm Gumuz, Tembaro, Male, Konta, Gawada, Marago, Shekka,Basketo, Wolane, Burji y Dirasa. Es un amplio abanico de pueblos que conviven en un mismo territorio o en los vecinos como Eritrea, Kenia, Somalia y Yibuti

El Frente de Liberación del Tigray (TPLF) había estado en la coalición de gobierno junto al Frente Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), tras la muerte de Meles Zenawi y la llegada al poder de Aby Ahmed Ali, y con el nuevo primer ministro Haile Mariam (2012-2018), la dirigencia etíope impulsa una reunificación política del país. Marian se vio forzado a renunciar por conflictos con la oficialidad militar, en ese momento, varias protestas políticas en Oromia y Amhara, donde habitan los grupos étnicos mayoritarios sacudieron la tranquilidad del país.  

Aby Ahmed, nacido en Oromo, primera mayoría étnica del país, y del EPRDF sucedió transitoriamente a Mariam en 2018, ratificado por el parlamento hasta 2021 y luego electo para el período 2021-2025, sin abandonar la vía de la prosperidad del país, propuso una reforma constitucional para que el estado dejará de lado el federalismo étnico y se constituye en una nación unitaria y multiétnica con igualdad política general. Su administración ha significado un impulso para la igualdad entre hombres y mujeres, llegando por primera vez una mujer a la presidencia de la república y promoviendo la equidad en los cargos públicos para ambos sexos.

A mediados de 2020, en Mekele, frontera con Eritrea a 800 kilómetros de Adis Abeba, la guerrilla del Frente  de Liberación del Pueblo Tigray (TPLF) lidera una revuelta contra el gobierno central, no aceptando que los tigray no dominaran el gobierno de la nación y rechazando la propuesta de Ahmed sobre un sistema moderno de partidos políticos. El frente había pretendido una elección parlamentaria por encima de la ley.

La rebelión fue derrotada rápidamente por el gobierno, no obstante, logró captar la atención internacional y el objetivo de menoscabar la inmensa popularidad alcanzada por Ahmed, quien fue reelecto en 2021.

A un año de la revuelta, el TPLG lanza una nueva arremetida, prometiendo tomar el gobierno en Adis Abeba, haciendo alusión a la hazaña que lograron en 1991 de sacar del poder al marxista Mengistú Haile Mariam. En ese entonces el frente buscó fundar un estado nación que incluiría a la aún no independizada Eritrea.

Una rebelión apoyada desde occidente

La mediática internacional que en 2019 alabara a Ahmed, ahora lo criminaliza, lo acusa de masacrar a los tigray, y casi aúpa la marcha de estos grupos rebeldes hacia la capital.

El 5 de noviembre el opositor Hermela Aregawi tuiteó que una alianza del frente en Washington DC, llamó a la formación de “un gobierno de transición después de derrocar al gobierno de Ahmed por la negociación o por la fuerza”. Allí se devela el objetivo de occidente.

Lo que informa la prensa desde Europa difiere en mucho de la realidad etíope. Multitudinarias marchas de apoyo al gobierno no aparecen en las redes; tampoco la tranquilidad de las calles de Addis Abeba que continúan su vida.

La escalada del conflicto es generada por la propaganda de occidente con sus etiquetas manipuladas de los derechos humanos; pero este carece de popularidad y es rechazado por la mayoría del pueblo. Masivas concentraciones en respaldo al gobierno y a la integridad territorial se han efectuado en los últimos días, la mayor el 7 de noviembre en Addis Abeba.

Después de un año de las revueltas, el gobierno central se mantiene y ya ha realizado y ganado dos procesos electorales. El gabinete se renovó y funcionan todas las instituciones. La represa del Renacimiento continua su llenado. Las ciudades de Kombolsha y Dossis que los del frente exhiben como trofeos, no revisten la importancia militar, económica y militar que ellos le atribuyen.

Papel del Multilateralismo

La Unión Africana, cuya sede está en Addis Abeba y la Secretaria General de la ONU abogan por una solución dialogada del conflicto.

La UA, una vez se encuentra con la arremetida desestabilizadora contra su agenda 2014-2063 de desarrollo y bienestar para el continente. Así los golpes certeros contra Sudán en 2019, las situaciones en Malí, Guinea Bissau y Guinea (Conakry), la inestabilidad perpetua en Somalia, los problemas de Centroafricana, RD Congo y la destruida Libia, entre otros conflictos, desvían la atención de los caminos del progreso hacia la lucha contra la injerencia externa occidental.

lunes, 6 de septiembre de 2021

AMLO, CELAC, Puebla y la doctrina unionista de Bolívar

 


AMLO, CELAC, Puebla y la doctrina unionista de Bolívar 

A principios de 2014, en Quito, a propósito de una reunión preparatoria  entre países de la Unión Africana y de la Unión Suramericana de Naciones la Unasur, para la IV Cumbre de Países Suramericanos-Africanos (ASA), nos llevaron a conocer la sede física de Unasur, ubicada casi en la mitad del mundo.

Un edificio posmoderno  diseñado por el arquitecto ecuatoriano Diego Guayasimín, de 20 mil metros cuadrados; majestuoso, a la altura del sueño bolivariano. La obra fue inaugurada en diciembre de 2014, de inmediato recibió los mayores elogios y premios internacionales de arquitectura.

El sitio geográfico,  es de por sí impresionante: el centro de la Tierra. Lo recorrimos todo. Sus espaciosas salas de oficinas, conferencias, jardines. La sede llevaba el nombre del fallecido Néstor Kirchner, primer Secretario General del mecanismo. En la entrada una escultura del admirado ex presidente de Argentina, recibía a los visitantes. Hermoso lugar. Bien pudo el Libertador Simón Bolívar, haber escrito allí “Mi Delirio sobre el Chimborazo”, concebido en Riobamba, en suelo ecuatoriano.

“Absorto, yerto, por decirlo así, quedé exánime largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servía de lecho. En fin, la tremenda voz de Colombia me grita; resucito, me incorporo, abro con mis propias manos los pesados párpados: vuelvo a ser hombre, y escribo mi delirio” (Bolívar, 1822)

Simón Bolívar que desde el Caribe, describió proactivamente la situación de una América dividida, incapaz de  esa forma, de llevar la causa de la libertad:

“Yo considero el estado actual de la América como cuando desplomado el Imperio Romano, cada desmembración formó un sistema político, conforme a sus intereses y situación, o siguiendo la ambición particular de algunos Jefes, familiares o Corporaciones” (Bolívar, 1815. Carta de Jamaica)

En esa misma epístola sentó las bases del unionismo nuestroamericano. Se imaginó al Istmo de Panamá como el centro, la capital de una gran  nación multiétnica y pluricultural que iría desde México (con  Texas, Nuevo México y California), hasta Argentina y Chile, con cada parte de mar e islas del Caribe Insular.

“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas, que por su libertad y gloria” (Bolívar, 1815)           

Nadie había expuesto así, con tanta claridad, un proyecto político. No proponía un imperio, o un reino, o un incanato,  propuso  una nación de naciones, una gran república, la más grande del mundo. Toda esa América Abya Yala con su Caribe, su Atlántico, sus costumbres, sus instituciones consolidadas. Jamaica, expresa la aspiración de una América con un solo gobierno republicano.  Se atrevió a profetizar que en el Istmo de Panamá se haría un gran congreso para tal fin. La aculturación española y portuguesa, que impuso idioma y religión, podía aprovecharse positivamente, al tener ya una lengua y fe  “franca”.

En ese aspecto, Bolívar da una verdadera lección universal al poner ejemplo de México, país al cual cita en extenso en la archiconocida carta. El Libertador había estado en la tierra de los mayas y los aztecas en su paso hacia Europa. De seguro, ávido como él solo, leyó y escuchó sobre la rica cultura del país al cual definió como la única posible gran metrópoli de América, en el caso negado de una emulación de las instituciones europeas.

“Felizmente los directores de la Independencia de Méjico se han aprovechado del fanatismo con el mayor acierto, proclamando a la famosa Virgen de Guadalupe por Reyna de los Patriotas, invocándola en todos los casos arduos, y llevándola en sus Banderas. Con esto, el entusiasmo político ha formado una mezcla con la Religión, que ha producido un fervor vehemente por la sagrada causa de la libertad” (Bolívar, 1815)

En 1815, el Libertador revive el soñador que fue diez años atrás en Monte Sacro o cinco años antes en la Sociedad Bolivariana de Caracas.  Escribía sobre una América dividida en 17 repúblicas. Pero lo hacía recalcando las potencialidades,  resaltando su  historia, aborreciendo la corrupción que produce el oro y condenando la perversión inhumana de la esclavitud.

Nueve años más tarde, en diciembre de 1824, con el sueño cumplido de Colombia, con la gloria de Ayacucho, lleno de prestigio universal, aferrado a sus ideas de Jamaica, convoca al primer Congreso de Nuestra América, para hacer una gran nación próspera y respetada por terceras potencias.

En su carta circular del 07 de diciembre de 1824, llama a la unidad a los gobiernos de Co­lombia, Perú, México, Centroamérica, Chile, Brasil, y Río de la Pla­ta. Vale decir, a todo el continente, porque Colombia “la grande”  era lo que hoy  es Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá.  El gobierno paraguayo, a pesar de ser sumamente nacionalista y anti europeo, tenía insalvables diferencias en ese momento con el de Colombia al punto que rechazó una delegación enviado por Bolívar. En el Caribe todavía no había republicas libres, lo cual lo tenía muy pendiente el ingenioso estadista. Todo se iría construyendo, pensaba el hombre de palabra y acción que era Bolívar, la libertad es contagiosa, la unión se edifica. Lo había aprendido de los haitianos.

“Cuando, después de cien siglos, la posteridad busque el origen de nuestro derecho público, y recuerden los pactos que consolidaron su destino, registrarán con respeto los protocolos del Istmo. En él, encontrarán el plan de las primeras alianzas, que trazará la marcha de nuestras relaciones con el universo. ¿Qué será entonces el Istmo de Corinto comparado con el de Panamá?”  (Bolívar, 1824. Convocatoria al Congreso de Panamá)

Es, sin que pudiera quedar un ápice de duda, Simón Bolívar, el principal intelectual orgánico del unionismo mundial, etapa superior a toda forma de integración.

Unasur sin Bolívar

Mientras recorríamos aquellos imponentes diseños de la sede de Unasur, mi mente no dejaba de evocar a Bolívar. Mis ojos buscaban encontrar en lo más resaltante de aquellos espacios el obligado homenaje a al Más Grande Hombre de América, aún más en Ecuador, el país de su amada Manuelita.

No lo halle en su justa dimensión. La mirada del hombre de Jamaica no estaba por allí. “Sin sus ideas, que hoy en día son estudiadas hasta por los europeos, será difícil una unión de naciones”, comenté a los que me guiaban. Después, en la reunión de trabajo, ante los africanos y suramericanos, con sutileza diplomática deje sentando “Sabemos que algún día, la sede de Unasur será la vitrina que muestre la obra de mayor exponente y realizador del unionismo integrador en Nuestra América”.

La IV Cumbre ASA, jamás se realizó. El terremoto de agosto de 2014 en Quito fue una de las causas,  pero más lo sería el creciente desinterés de los gobiernos suramericanos. Más adelante, un político desleal a su pueblo gana la presidencia en Ecuador y se desmarca de toda idea integracionista, al punto que se retira de Unasur y le confisca la espléndida sede.   La estatua del carismático presidente Kirchner fue retirada y permaneció abandonada hasta que el gobierno de Alberto Fernández la rescata y traslada a Buenos Aires.

Unasur ha sido torpedeada por bajos intereses personalistas al servicio de los enemigos imperiales, tal como entre 1825 a 1826 el proyecto del Congreso de Panamá fue atacado por los que no comprendían la magnitud de crear una gran nación nuestroamericana.

La  doctrina de política exterior de EEUU, desde la caída del ALCA, ha sido la de evitar una integración regional con principios bolivarianos. Cada nuevo gobierno regional, de tendencia neoliberal, no tarda en cuestionar o retirarse de los mecanismos de integración como el ALBA, Unasur y CELAC que fueron promovidos por Hugo Chávez junto a líderes como Evo Morales, Néstor Kirchner, Lula Da Silva y Fidel Castro.

Afortunadamente, por no haber estado la imagen grandiosa de Bolívar en el ahora abandonado edificio posmoderno, no sufrimos el dolor de ver humillada su memoria en suelo liberado por su espada e ideales.

A Puebla-México hemos llegado

Puebla, estado y ciudad en México, es un nombre emblemático en la historia. Por su papel decisivo durante la guerra de independencia, por su posición contestaría frente a la monarquía mexicana de los años 1820, por albergar la III Conferencia de los Obispos Católicos en 1979, la de mayor avanzada de ese grupo, del cual surge la “opción preferencial por los pobres”, luego de determinar que este era un mundo de “ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres”. Fue tan impactante aquella reunión, que sus resultados, en medio de movimiento de la Teología de la Liberación, ahora parecen ser, para la jerarquía católica, secretos de confesión.

En 2019, un grupo de hombres y mujeres  intelectuales y personalidades políticas se reunieron en la simbólica ciudad para promover una instancia de ideas de izquierdas o progresistas, como sutilmente se auto llaman para incentivar la participación de militantes de la política regional que prefieren no ser tildados abiertamente de izquierdistas. Las opiniones del Grupo de Puebla, van animar un debate importante y a acompañar al liderazgo nuestroamericano que intenta un retorno electoral al poder.

Es la Puebla de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que desde enero de 2018 ha dado un vuelco a la política exterior de su país, no solo con sus oportunas declaraciones sino con acciones estratégicas que lo posicionan como un certero líder de la búsqueda del integracionismo nuestroamericano basado en las ideas fuerzas de Simón Bolívar.

AMLO aceptó el más peligroso reto de la política exterior de país alguno del continente: Presidir desde 2020 la  Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). Pudo elegir  simplemente, hacerlo protocolarmente y dejar pasar la marea pero quiso ir más allá.

Como la Unasur, la CELAC ha sido mancillada. Los gobiernos de derecha entrante, olvidando el principio de la pluripolaridad política que debe existir en los acuerdos de cooperación e integración, amenazaron con irse y se desentendieron de sus objetivos regionalistas.

AMLO no se achicopaló. Con su tranquilo y contundente discurso la relanzó e hizo demoledores señalamiento contra una OEA que había cedido todo su peso político al anti venezolano Grupo de Lima. López Obrador, se juega el todo por el todo, y recurre a la esencia histórica del unionismo político: La Doctrina Bolivariana.

Simón Bolívar ingresa de nuevo a México, como en 1798. Un AMLO que comprende la grandeza de las propuestas del hombre que dedica varios párrafos de su Carta de Jamaica a México; de ese héroe que en 1824 es  reconocido por la prensa mexicana y por el congreso por su triunfo definitivo en Ayacucho por el cual recibió la ciudadanía mexicana.

”Hay hombres privilegiados por el cielo…Tal es el excelentísimo señor Simón Bolívar…Por sus tratados de íntima alianza entre todas las Repúblicas de América, ya es y merece sr ciudadano de todas” (Congreso de México, 1824).

AMLO esperó el momento adecuado, como lo hizo Bolívar. A los tres años de su gobierno, con un prestigio labrado en todo el orbe, observó el regreso de los movimientos de avanzadas. En 1824, los líderes eran particularmente regionalistas y anti imperio europeo. Ahora, América relanza las utopías en Argentina, Bolivia, Perú, Chile; en Centroamérica que es una ebullición de ideales; en el Caribe que reafirma su soberanía, en Colombia y Brasil donde los gobiernos conservadores apenas resisten la protesta popular.

López Obrador trae al CELAC la figura inmensa y sabia de Bolívar. No como la estatua que de forma mezquina no le ofrendaron en la sede de Unasur, sino como el unionista que visualizo y luego trabajo por hacer de Nuestra América la mayor de las naciones.

“Lo que aquí planteamos puede ser una utopía…sin el horizonte de los ideales no se llega a ningún lado…Mantengamos vivo el sueño de Bolívar” (AMLO, 24 de julio de 2021).

AMLO ganara el referendo revocatorio que el mismo ha convocado y su pueblo y Nuestra América, le piden desde ya que vaya después a la reelección, en favor de la unión continental bolivariana. El pensamiento de Simón Bolívar seguirá la clave esencial de la unidad política nuestroamericana.

Para citar este artículo: Bolívar, Reinaldo (2021) AMLO, CELAC, Puebla y la doctrina unionista de Bolívar. www.saberesafricanos.net

@bolivarreinaldo

miércoles, 23 de junio de 2021

¿Qué pasó el 23 de junio de 1821, día antes de la Batalla de Carabobo?



El 24 de junio de 1821, se efectúa en el Campo de Carabobo, la batalla que significó el declive definitivo de las fuerzas invasoras de España en Suramérica. Al recuperar el importante territorio que iba de la Península de la Goajira hasta Barcelona, más de la mitad de las costas del país y con ella los principales puertos, Bolívar se catapulta como líder suramericano e inicia la liberación de todo un continente. 

El siguiente trabajo se basa principalmente en el libro del Coronel Arturo Santana (1921) La Campaña de Carabobo, publicado en ocasión de los 100 años de Carabobo, y en 1971, a propósito de los 150 años. Sería oportuno una nueva edición por la celebración de tan magna fecha; así como apuntes del suscrito.

Entre 1810 y 1821 se realizaron 105 batallas, sitios, combates o asedios, los patriotas obtuvieron 60 victorias y los realistas 38. 25 de esas batallas fueron comandadas directamente por Simón Bolívar en el campo de batalla.  De los principales líderes que participaron en Carabobo, José Antonio Páez comandó 5 grandes batallas, una al lado de Simón Bolívar; José francisco Bermúdez 8 batallas, una al lado de Simón Bolívar; Rafael Urdaneta, 2; Santiago Mariño 3, y Manuel Cedeño 1.  

La primera Batalla de Carabobo se realizó el 28 de mayo de 1814 entre 11.000 soldados que combatieron entre ambos bandos 5.000 soldados patriotas comandados por Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Santiago Mariño, Bermúdez, Jacinto Lara, Bolívar, entre otros; logran vencer a Juan Manuel Cajigal quien contaba con 6.000 hombres

Hubo seis batallas independentistas en 1810-1811; de julio de 1811 a julio de 1812, 8 batallas, dos de ellas dirigidas por Francisco de Miranda. 

La primera batalla que gana la Junta Suprema de Venezuela  fue la Batalla de Aguanegra, en el hoy Estado Falcón, el 4 de noviembre de 1810.  La primera  batalla de la Primera República fue también en Facón, en Sabaneta de Coro, el 30 de noviembre de 1811, al mando del Marqués del Toro, quien triunfa

Santiago Mariño, en enero de 1813, es el primero que gana un enfrentamiento contra los realistas después de caída la I República, comenzando así la Rebelión de Oriente.

La Primera acción bélica en la que triunfa Simón Bolívar para liberar territorio venezolano fue en Cúcuta el 28 de febrero de 1813, iniciando la Campaña Admirable, con 400 hombres derrota a los realistas que contaban con 800.

Por su parte, Páez entra en acción el 15 de junio de 1816, con la famosa Batalla de Mantecal. Bolívar y Páez se conocieron en 1818, ocasión en la cual el llanero le presenta al caraqueño al archiconocido Pedro Camejo, “El Negro Primero”.

Manuel Cedeño y el Libertador ya forman equipo desde 1812, cuando se ven por primera vez en Curazao. Cedeño acompaña a Bolívar en la Campaña Admirable. Para el 24 de junio tiene ya 43 años. El otro jefe de división Ambrosio Plaza, el más joven del grupo (29 años), peleó al lado de Francisco de Miranda y se incorporó a las órdenes de Bolívar en 1813. Plaza participó en la Expedición de los Cayos y junto a Antonio José de Sucre fue miembro de la delegación que negoció con Pablo Morillo el Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra.

Vale decir que Bolívar escogió a dos de sus hombres de mayor confianza y amistad para comandar dos de las divisiones; la otra la presidió Páez que con su arrojó se había ganado que el Libertador le diera tan enorme responsabilidad de dirigir la Primera División. En ese momento, Páez tenía 31 años, Bolívar 38.

División geográfica de Venezuela antes de la batalla de Carabobo

De acuerdo al Armisticio firmado por Bolívar y Morillo en noviembre de 1820, estas eran las posiciones que dominaba cada bando:

Parte  Realista (usamos nombres actuales): Zulia, Falcón, Lara, Portuguesa,  parte de Cojedes, Carabobo, mitad Guárico, Caracas, La Guaira, Miranda, occidente de Anzoátegui (25 % del territorio); pero 60% de las costas sobre el mar Caribe. Tenían los principales puertos del país.

Patriotas: Mérida, Táchira, Trujillo, Barinas, Apure, Bolívar, Amazonas, parte de Guárico, Anzoátegui, el oriente venezolano con Margarita, delta Amacuro y el Esequibo.

La Capital de la Venezuela liberada era Angostura (hoy Ciudad Bolívar); el Cuartel General estaba ubicado en Barinas.

El fin del armisticio

El 28 de enero de 1821, con la declaratoria de independencia de Maracaibo y su apoyo a la causa de Bolívar, se rompe el armisticio. Se fija como fecha de reinicio de la hostilidades el 28 de abril de 1821.

Que comía la tropa

De acuerdo al diario militar del Teniente Coronel George Woodberry, citado por el Coronel Arturo Santana, se dotaba a la tropa de carne de res, cabra, sal (muy importante para conservación de la carne y para la cura de las heridas), pan, yuca, en ocasiones granos (menestra). Se repartía leña para que se cocinara. Estos repartos se realizaban cada seis días

El General Páez, fue delegado por Simón Bolívar para que trajera ganado desde los llanos de Apure hasta San Carlos a fin de abastecer al ejército. En sus memorias Páez relata las dificultades logísticas para arrear cientos de reses. “Todas las noches a las 8 varias intentaban escapar por costumbre. Y los soldados debían perseguirlas y devolverlas. Como llovía mucho, era muy difícil”.

Salió Páez de Achaguas el 10 de mayo con 4000 mautes (toros jóvenes) y 2000 caballos de reserva. 1000 infantes y 1500 jinetes.  Se unió con el Libertador el 07 de junio. Recorriendo 400 kilómetros. 

Como había ganaderos que preferían vender su ganado a los realistas, Bolívar debió emitir un decreto de emergencia, para que las reses se usaran para alimentar a las tropas.

En las notas del diario una de las ordenes sobre la carne decía: “En consecuencia de la notable escases de ganado que se experimenta para la subsistencia de los cuerpos, de hoy en adelante se pasará por ración una libra de carne y en lugar de la media se dará pan de trigo o plátano para facilitar la subsistencia”. Se daban estas raciones para seis días.

Penas para los ladrones de alimentos y dinero:

En busca de la disciplina, los soldados que robaran comida, bienes o dinero  podían ser sometidos a prisión o castigo físico. Si la falta se repetía o el monto de lo robado era muy alto podían ser fusilados. El Libertador ordena que será responsabilidad de los jefes la insubordinación o corrupción de los soldados

Se aplicaba penas para aquellos que se emborracharan en el servicio el 31 de mayo de 1821: Bolívar dice que no quiere estar a  la cabeza de un ejército de bandoleros y prefiere ir solo al combate que acompañado de canallas

Los civiles participan en el espionaje

Las informaciones de los civiles fueron decisivas en los movimientos de las tropas.  El 1 de febrero se solicita a civiles de Bocono que hagan contacto con sus amigos en Caracache, Tocuyo y Barquisimeto para que observen los movimientos de los españoles e informen al Estado Mayor Patriota.

El entrenamiento:

El Libertador escribió las instrucciones para el entrenamiento de las tropas, en los cuales había ejercicio físico. Mientras no llegaran los fusiles, se estrenaría con palos a imitación de aquellos. Ordenaba, no entrenar a pleno sol para que los soldados no se agotaran. El Libertador instruye. Desde la mañana principiaran los ejercicios doctrinales a cargo de los comandantes de batallón en un sitio lo más adecuado para el propósito.

Los generales se encargaran de dar academia (es decir instrucción) a los oficiales. Se entrenara a la tropa con los toques de cornetas ingleses. Ósea, el medio de comunicación era con sonidos del ejército inglés. La asesoría de los entrenamientos estaba a cargo de los soldados ingleses que estaban en el ejército.

Esto se basaba en el decreto del 10 de octubre de 1819, donde Bolívar ordenaba la creación de academias militares en todas las capitales de provincias para jóvenes que supieran leer y a escribir a fin de que hicieran carrera militar. Para los soldados, se ordenaban tres horas diarias de instrucción militar.

El Uniforme

El Libertador pensó en uniformes claramente distintos a los de los españoles. Predominaba el color azul en los infantes, lanceros y artilleros, y el rojo para la Guardia de Honor.  Bolívar decretó los uniformes el 17 de octubre de 1813, después de ganar la Campaña Admirable, antes nuestro ejército no lo tenía; pero es solo hasta la Batalla de Carabobo cuando nuestros ejércitos usan estos uniformes. Bolívar como general en jefe, ese día iba vestido así: Casaca o camisa o suéter azul; pantalón azul con banda roja, con dos charreteras de oro y artes estrellas.

El transporte

Predominaban las mulas, burros y luego los caballos. El 10 de junio de 1821 se hace entrega al batallón Maracaibo de 11 mulas y 6 burros, al Batallón Tiradores de 14 mulas y 3 burros, a los oficiales de ese batallón de 5 mulas.

Armas

Buques de la marina mercante inglesa, cargadas de armas, trajeron las armas desde EEUU y las Antillas, hasta Angostura, gracias a las negociaciones del civil y diplomático venezolano Luis López Méndez.  En total 10 mil fusiles; 4800 de EEUU y 5200 de las Islas del Caribe, indica Santana en su libro.

El 14 de junio Las fuerzas patriotas que vienen desde Barquisimeto reciben 553 fusiles con bayonetas, 553 cartucheras, 29820 cartuchos y 1491 piedras para encender. Cada hombre o plaza recibe 60 cartuchos y tres piedras de chispas. El rifle usado por los patriotas era el Backer inglés año 1802.

Las marchas:

El Libertador ordenó marchar con tiempo, a fin de no agotar a las tropas. Que venían de varios lugares del país hasta San Carlos.  Este es un ejemplo de orden de marcha del 27 de mayo de 1821:

Toque de diana: 3 AM. Alistamiento para la marcha: Entre 4 a 5 AM. Caballería a la vanguardia media milla delante de los demás cuerpo de división que se ordenarán por orden de antigüedad. A la retaguardia 60 hombres como guardia de prevención.  Detrás el ganado y los caballos de reemplazo, con un capitán al mando de 12 hombres por cada cuerpo de infantería. 

El director de las Bandas de Guerra del Libertador fue Atanasio Bello Montero

Aseo y limpieza: 

E Libertador cuidaba todos los detalles. También el aseo personal y la apariencia. En el diario se anotan varias llamadas de atención por la vestimenta y se dan reprimendas a los desaseados. El 13 de junio se ordena “Los cuerpos de esta división limpiaran la ropa entre hoy mañana. Así mismo se destinara el día de hoy a la limpieza de las armas”

Nombramiento de las tres divisiones del  ejército

Una vez que las tropas procedentes de los llanos y de occidente llegan a San Carlos  el 15 de junio de 1821, es cuando Bolívar, en un acto solemne reúne a los jefes y oficiales y  nombra a Páez, Cedeño y Plaza como Jefes de las tres divisiones. En ese día realiza varios ascensos y nombramiento de comandantes de Batallones.  La orden, contenida en el diario,  dice así:

“Su excelencia el Libertador ha dividido al Ejército en tres divisiones compuesta de los cuerpos siguientes: El ejército de Apure tomará la vanguardia con el nombre de Primera División, lo comandara el Señor General Páez. El Señor General Cedeño  mandará la segunda división. El Señor Coronel Plaza mandará la 3ª División”.

Los nombramientos se regían por el Decreto del Libertador de fecha 24 de septiembre de 1817, donde se creaba el Estado Mayor General y los Estados Mayores Divisionarios. Como dato histórico el Gral. de Brigada Carlos Soublette fue el primer Jefe de Estado Mayor General que tuvo el Ejército Libertador. Para la Campaña de Carabobo, era Santiago de Mariño.

La Marcha a la victoria inmortal:

El 20 de junio de 1821: Las tres divisiones marchan de San Carlos a Tinaco, en el hoy Estado Cojedes. El día antes (19 de Junio), el Coronel Laurencio Silva había sido enviado a dispersar cualquier obstáculo.

El 23 de junio de 1821. El día antes de la Batalla

Las tres divisiones marchan hasta Tinaquillo siguiendo la estructura de orden de marcha que hemos señalado.

Simón Bolívar pasa revista al Ejército Libertador en la llanura de Taguanes: Tiene 6500 hombres repartidos en 4000 de infantería y 2500 de caballería. Las tropas visten uniforme por primera vez, gracias a las costureras de la Patria, las mujeres de Guanare.

No hay registro de la arenga del Libertador aquel 23 de junio, pero de seguro como en las grandes batallas siguientes como las de Junín pudo haberles dicho la grandeza de la proeza que estaba por ejecutar, la más grande en Venezuela. Pudo haberles dicho que toda la América los observaba y esperaba una victoria para la paz. Le seguro, les dijo que eran invencibles y serían invictos en Carabobo, invoco para ellos y sus familias las bendiciones del universo. De seguro bromeó un poco con algunos de ellos. Como buen líder les haría preguntas sobre la comida, el vestido, la familia ¿De dónde eres? Intercambiaría algunas frases fáciles con los oficiales ingleses y hasta haría repetir a alguno un “good morning my Friends”

Las tres divisiones duermen ese día en la Sabana de Taguanes. La cena, a eso de las 5:30 PM ha sido copias. Saben los jefes que mañana muchos pasaran a la inmortalidad. El Sacerdote Pedro Antonio Torres, Capellán del Ejército dirige una breve oración que de acuerdo a la tradición católica concluye con un Padre Nuestro, tres Ave María y un Gloria.

Bolívar convoca a sus tres jefes de división acompañados del Ministro de Defensa Pedro Briceño Méndez, el Jefe del Estado Mayor General Santiago Mariño, los jefes de los estados mayores de las divisiones Miguel Antonio Vásquez, Judas Tadeo Monagas; y George Woodberry. Revisan una vez más la estrategia y luego va cada quien con sus oficiales y jefes de batallones-

A las tres de la madrugada se tocó corneta. A las cinco marcharían a Carabobo. A las 8 de la mañana la primera división llegaría al glorioso Campo.

Dice Oleary “Al rayar el alba del 24, emprendió la marcha el Ejército Libertador”.

La tarde noche del 23 de junio, después de la revista, cuando muchos de ellos vieron por primera vez a al hombre genial que ya era una  era leyenda, lo escucharon, directamente o por la repetición de sus superiores. Durmieron alertas, pero dueños de sus destinos y del destino de América en Carabobo.

Bibliografía básica para el anterior artículo:

Bolívar, Reinaldo (2020). Tratado de Regularización de la Guerra, genialidad diplomática de Simón Bolívar (Apuntes). www.saberesafricanos.net

O'Leary, Daniel Florencio; O'Leary, Simón Bolívar; Pérez Vila, Manuel [from old catalog (1879). Memorias del general O'Leary*

Santana, Arturo (1971) La Campaña de Carabobo. Biblioteca de la Historia del Ejército. Colección Carabobo. 

 

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