lunes, 28 de marzo de 2011

El Consejo destruye a la ONU

La última resolución guerrerista, la que lleva el fatídico 1973, es el paso final, la puntillada de la autodestrucción de la ONU.
Con buena razón llamó el ahora asediado Gaddafi al Consejo de Seguridad, “Consejo del Terror”. Fue el 23 de septiembre de 2009, por vez primera el líder libio, tan cotizado entre los arruinados europeos, se presentaba en el recinto neoyorquino.
Les dijo verdades que hasta los 5 miembros permanentes del vetusto consejo comparten. “Si tanto hablad de democracia, este Consejo debe ser eliminado y sus atribuciones pasadas por completo a la Asamblea General”. ¿Hay algún lector de este artículo que no comparta esa premisa? Dijo Gaddafi Explique por qué. ¿Cómo es que 5 países + 10 pueden decidir invasiones y bloqueos como los de Afganistán, Irak? Eso si es un gobierno mundial. Un cogollo.
Para mayor osadía, el 29 de noviembre le volvió a aguar la fiesta “¿Un hombre con una granada es terrorista? Y un hombre con una bomba nuclear ¿Qué es? 
Terrorista son el Banco Mundial, El FMI y la OMC, que causan hambre y miseria a nuestros países. Deben ser eliminados esos organismos”. A los 27 de la Unión Europea que gozaban de la hospitalidad de Trípoli y que de seguro maquinaban como acabar con el “místico líder”. Allí, en Trípoli, había representantes de reinos europeos que tienen a la cabeza hombres y mujeres con decenas de años en el poder. Allá ellos.
Ahora viene el CS con su ilegal 1973 y se parcializa por un grupo armado, y expulsa prácticamente al gobierno legítimo. Olvida el CS que la ONU es una institución multi gubernamental. Apoyar a grupos rebeldes usando los cañones de la OTAN es el peor precedente para la estabilidad mundial. Donde allá un intento separatista, un grupo armado, una oposición alocada puede el CS de 5 + 10, ordenar una operación tipo Libia.

domingo, 20 de marzo de 2011

Libia, la desesperación de las potencias


Luego del terremoto de Japón, de las declaraciones de Alemania y las posiciones de los miembros permanentes del CS-ONU, China y Rusia, parecía que la estrategia imperial para adueñarse de las riquezas libias variaría por falta de financiamiento. Para nadie es un secreto que el G7 es el fondo para la guerra de EEUU, un país en bancarrota. Y ahora con Europa Occidental quebrada, el mayor peso lo tenia Japón, aliado de EEUU desde finalizada la II Guerra Europea (alias mundial).
Pero al hurgar un poco en los movimientos financieros de EEUU en 2008, buscando oxigeno para su catástrofe económica, encontramos que los personeros del FMI (presidido siempre por un gringo), se hicieron intensamente en la Península Arabica, lugar de ricas monarquías, cuyos territorios albergan una notable cantidad de bases militares estadounidense, un ejemplo palpable Bahrein. Los países árabes del golfo fueron quienes dieron la gran excusa a los occidentales para torpedear al  pueblo libio para “protegerlo”. Y no es de extrañar que de esos países provengan los recursos económicos para sostener la costosa operación.
A todas luces, la ilimitada e ilegal Zona de Exclusión Aérea (ZEA) y la permisología del anacrónico Consejo de Seguridad para usar la fuerza militar contra el pueblo libio es una acción desesperada de Gran Bretaña, Francia y EEUU (los otros tres miembros permanentes) ante la recuperación del control de las legitimas fuerzas gubernamentales libias sobre el bastión rebelde, cuyas banderas son el regreso a la monarquía de 1969. Era cuestión de horas para que el gobierno central recuperará el control de toda Libia. Pero la desesperación del G7 y la OTAN, los llevó a crear un precedente que ilegitima a la ONU, al parcializarse por un grupo rebelde, minoritario además, y darle la espalda a un legítimo representante gubernamental. La ONU es un organismo gubernamental. Por supuesto, por ello, Francia se apuro a reconocer como legítimo al denominado Consejo Nacional Libio, cuya existencia era aún precaria. Toda una tramoya imperial.
Que tristeza que se le haga creer a la gente que los bombardeos que vendrán de las fuerzas de la OTAN, que partirán de las bases españolas, inglesas, chipriotas y griegas son buenos y que no dañarán a la población civil. Que no destrozaran la envidiable infraestructura física en autopistas, carteras, aeropuertos, puertos, complejos de conferencias, áreas recreativas, que no abundaran los “daños colaterales”.
La desmoralización occidental, los llevó a combinar la estrategia iraqui, cual era matar por hambre con un férreo bloqueo y robo de la factura petrolera, para producir la obsolescencia tecnológica del país. Insólitamente no hubo votos en contra, ni de los representantes africanos, de ningún país del Sur. No hubo vetos, que como nunca antes se justificaban.
La bélica decisión del CS ONU sorprende por la excusa de la misma. Porque considera ignorante de lo que sucede en los reinos de Yemen y Bahrein, amigos árabes de EEUU, quienes juntos al resto de las monarquías de la península avalaron la ZEA en la Liga de Estados Árabes. Aunque, sin ONU o si ONU, los bombardeos llegarían como aquel 20 de marzo de 2003 sobre Irak, que desde entonces ha dado tristemente al mundo, más de un millón de víctimas causadas por EEUU y sus aliados militares y financistas.
Hay un popular anatema bíblico que bien aplica esta vez para los que aupan la matanza libia “que su sangre caiga sobre su cabeza”.

sábado, 12 de marzo de 2011

Zona de Exclusión Aérea Libia

¡Una Zona de exclusión aérea para Libia!! (ZEA). La exige Obama y su jefe ideológica Hilary, se vanagloria el brazo ejecutivo yanqui, la OTAN, de estar lista para establecerla en menos que aterriza un avión. Se emociona en su Twister un periodista de Telesur cuando una señora en Bengasi dice “la queremos ya”, como si se tratará del mana que cae del cielo, según la Biblia.
La soberanía de un país se ejerce territorialmente sobre aire, tierra, mar y subsuelo. Una ZEA es la castración de ese sagrado principio sobre parte de su espacio aéreo, es no permitir que en una zona delimitada no puedan pasar sin autorización de los que establecen la ZEA (¡Potencias Extranjeras!) aviones militares o civiles y si lo hacen son derribados, con daños colaterales incluidos, como aviones de pasajeros que por causas ajenas a su voluntad tocan la ZEA y son “misileados” (y mueren mínimo ¡300 pasajeros!)
Hilary recordó los 76 días de ZEA en la ex yugoslavia. Nosotros recordamos la ZEA en Irak. Eran tan estricta que hasta el Presidente Chávez debió viajar desde la frontera de Irán a Bagdad por carro porque los invasores no autorizaron al avión venezolano cruzar la ZEA.
Para establecer la ZEA se envían aviones de guerras, baterías antiaéreas, soldados, prácticamente una base militar. Es decir, es una ocupación de facto de un pedazo del territorio de un país soberano por terceros estados, no es una acción humanitaria para proteger vidas es una acción de guerra para avanzar sobre un objetivo de poder.
En este caso, la ZEA se establecería en Bengasi por la OTAN, la meta la ocupación de Libia para imponer un gobierno títere del imperio.
Sólo la voluntad y claridad política y rapidez de las organizaciones como la Unión Africana y la Liga Árabe con la solidaridad mundial puede evitar la evidente ocupación.

NOTA: Al momento de escribir este artìculo para el Correo del Orinoco (viernes 11 de marzo), la Liga de Estados Àrabes, por peticiòn de los países pro occidentales de la Penìnsula Arabica, no habìa dado la sorpresa de aprobar la propuesta intervencionista de una ZEA. Como en otros iempos, como en los casos de Palestina, esta instituciòn multilateral, en su conjunto, no ha estado a la altura de las expectativas de los pueblos del Sur.

Comunicado de la 265 ª Sesión del Consejo de Paz y Seguridad Unión African



El Consejo de  Paz y  Seguridad de la Unión Africana (UA), en su 265 ª Sesión celebrada a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno, el 10 de marzo de 2011, adoptó la siguiente decisión sobre la situación en Libia.
El Consejo:
1. Toma nota de las declaraciones formuladas por el Presidente de la Comisión, así como por el Representante de la Gran Jamahiriya  Árabe Popular y Socialista de Libia;
2. Recuerda El Comunicado PSC / PR / Comm (CCLXI), aprobado en su 261 ª Sesión, celebrada el 23 de febrero de 2011, y la declaración ese mismo día,  del Presidente de la Comisión;
3. Expresa  la UA su profunda preocupación con la situación que prevalece en Libia, que constituye una grave amenaza a la paz y a la seguridad de ese país y a toda la Región en su conjunto, así como a la seguridad y la dignidad de los libios y de los trabajadores emigrantes, en particular de los Estados de África  que viven en Libia. El Consejo, esta igualmente muy preocupado por el resultado de la situación humanitaria;
4. Expresa la solidaridad de la UA con Libia, y subraya la legitimidad de las aspiraciones del pueblo libio por la democracia, la reforma política, la justicia, la paz y la seguridad, así como para el desarrollo socio-económico, y la necesidad de garantizar que estas aspiraciones sean cumplidas de manera pacífica y democrática, y en ese contexto, el Consejo toma nota del compromiso declarado por las autoridades libias para encaminarse por la vía de las reformas;
5. Reitera la UA su condena enérgica e inequívoca  del uso indiscriminado de  la fuerza y las armas  ​​letales,  que viene, dando como resultado la pérdida de vidas, tanto civiles como militares, y la transformación de las manifestaciones pacíficas en  rebelión armada, el Consejo deplora profundamente la pérdida de  vidas humanas, transmite sus condolencias a las familias de las víctimas y desea una pronta recuperación para aquellos que han resultado heridos;
6. Reafirma su firme compromiso con el respeto de la unidad y la integridad territorial de Libia, así como su rechazo a cualquier intervención militar extranjera, cualquiera que sea su forma;
7. Expresa su convicción de que la situación actual en Libia, pide una acción urgente de África para: (i) El cese inmediato de todas las hostilidades, (ii) la cooperación de las Autoridades Libias competentes para facilitar la entrega oportuna de la asistencia humanitaria a las poblaciones necesitadas, (iii) La protección de los nacionales extranjeros, incluyendo a los inmigrantes africanos que viven en Libia, y (iv) la adopción y aplicación de reformas políticas necesarias para la eliminación de las causas que originaron la crisis;
8. Decide establecer un Comité  ad-hoc de Alto Nivel de la Unión Africana sobre Libia, integrada por cinco Jefes de Estado y de Gobierno, así como el Presidente de la Comisión; El Consejo solicita al  Presidente de la Comisión  finalizar las consultas realizadas a este respecto y anunciar la composición de la Comisión tan pronto como sea posible. El Consejo decide además que el Comité tiene el mandato de:
(I) Colaborar con todas las partes en Libia y continuamente evaluar la evolución de la situación sobre el terreno,
(Ii) Facilitar un diálogo incluyente entre las partes de Libia con las reformas apropiadas,
(Iii) Comprometer a los Miembros de la Unión Africana, en particular a la Liga de Estados Árabes, a la Organización de la Conferencia Islámica, a la Unión Europea y las Naciones Unidas, para facilitar la coordinación de esfuerzos y buscar su apoyo para la rápida solución de la crisis;
9. Decide además que el Comité ad-hoc de Alto Nivel de Unión Africana  sobre Libia, sea apoyado  por un equipo integrado por los Ministros de Asuntos Extranjeros y de Relaciones Exteriores y /o los Ministros competentes de los países afectados, así como el Comisionado de la Unión Africana de Paz y Seguridad;
10. Solicitar a los Estados Miembros de la Unión Africana,  prestar el apoyo logístico y humanitario a todos los trabajadores migrantes africanos que deseen salir de Libia, así como los países vecinos se ven obligados a soportar una carga desproporcionada,  los países de origen deben facilitar la reinserción socio-económico de estos trabajadores migrantes. A este respecto, Se solicita al  Consejo y al Presidente de la Comisión que adopten las medidas necesarias para coordinar estos esfuerzos, incluida la celebración de una Conferencia para facilitar la movilización de los recursos necesarios y otras medidas conexas;
11. Recuerda las disposiciones de la Convención de la OUA sobre la eliminación del mercenarismo en África; El Consejo solicita a la Comisión  recabar información sobre la presencia de mercenarios como se informó en Libia y sus acciones, para poder proceder, estos informes deben ser confirmados, para tomar las medidas necesarias de conformidad con el Convenio;
12. Solicita al Presidente de la Comisión, que transmita esta decisión al Consejo de  Seguridad de las Naciones Unidas, La liga de los Estados Árabes, la Organización de la Conferencia Islámica, la Unión Europea y otras Asociaciones  de la Unión África que les concierna, por su acción, según corresponda;
13. Decide seguir ocupándose activamente del caso.


La Unión Africana anuncia la composición del
Comité Ad-hoc de Alto Nivel  para Libia

Tras las consultas realizadas por el Dr. Jean Ping, Presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), de conformidad con el Comunicado sobre la situación en Libia, adoptada por la 265 ª Sesión del Consejo de Paz  y Seguridad de la UA  que se celebró en Addis Abeba, el 10 de marzo de 2011, el Comité Ad-hoc de Alto Nivel de la Unión Africana para Libia que estará integrado por los Excelentísimos Jefes de Estado miembros de la UA y son los siguientes:

-República Islámica de Mauritania, -República del Congo, -República de Malí, -República de Sudáfrica, -República de Uganda, El Presidente de la Comisión de la Unión Africana también es miembro del Comité.

Las consultas se están haciendo para que la Comisión pueda comenzar su trabajo con urgencia.

Cabe destacar que el Comité  Ad-hoc de Alto Nivel, fue creado en la reunión del PSC con la finalidad de participar con todas las partes involucradas en Libia, para facilitar un diálogo incluyente entre ellos, y comprometer a las Asociaciones de la UA, en el marco de los esfuerzos globales, para la rápida resolución de la crisis en Libia.

viernes, 4 de marzo de 2011

Van por Libia


Desde que la Señora Hilary Clinton y luego el Presidente Obama hicieron un claro llamado a derrocar al gobierno de Irán, y a otros gobierno de la zona que no cuentan con su patrocinio, la ola de rebeliones populares en los países árabes.
Lo primero hacer ver que todo debía mirarse con el mismo cristal de análisis. La historia del Túnez que hasta 1987 fue socialista, del Egipto progresista hasta la muerte de Nasser en 1970, no fue considerada. De pronto parecía ser que la única razón para salir de un gobernante era que llevaba varios años en el poder. Así Ben Ali =  Mubarak =  Gadaffi.
Los elementos socioeconómicos quedaban de lado. Yemen pueden y Bahrein pueden estar nadando en pobreza, muriendo de hambre, sin derechos humanos, analfabeto. Pero son aliados de occidente y hasta algunos de ellos hacen sus elecciones, tal como las tramposas en Túnez y Egipto.
Los medios trasnacionales reseñaron una manifestación en el oriente de Libia. Hablaron de muertes, de bombardeos. Nunca de enfrentamientos entre rebeldes y gobiernos. La intención, muy clara “fue Gaddafi”. La mediática quería ocultar el escenario de guerra civil que viene fomentándose en el país reunificado por la Revolución, donde la mayoría de la población fue armada desde 1986 para defenderse de una nueva invasión gringa (que si bombardeó Trípoli matando, varias personas entre ellas a una hija de Gaddafi).
Ahora no importan los altos índices de desarrollo humano de Libia, superiores a toda África y al de los países árabes. La OTAN mueve sus buques de guerra, EEUU dio la orden “es un asunto europeo”.
Los multilaterales africanos y árabes, cayeron en la trampa de los medios y se apresuraron a condenar. Ahora luego de la entrada de TELESUR buscan un viraje. El imperio va por la joya africana petrolera. Aguanta Libia.
@BolivarReinaldo

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