El 24 de mayo de 1822, los cascos de las tropas victoriosas de Pichincha se oyeron fuertes en el convento de Santo Domingo, donde estaba refugiada la aristocrática familia Carcelén. Una joven de apenas 17 años, de nombre María Ana, disfrazada de fraile, se asoma con curiosidad por los grandes ventanales, sus ojos se consiguen con los de un joven general que comandaba las tropas, de nombre Antonio José. El valiente hombre, se acercó a los refugiados y les ofreció todas las garantías para que volvieran a su casa. El muchacho era el Jefe Supremo de Quito.
Desde entonces, cada vez que el general tenía tiempo, en los intermedios de la batalla pasaba a ver a Mariana, quien se convertiría en el gran amor de su vida. Mariana era, como se la describió, en 1826, Simón Bolívar “Penélope”.
La espera terminó en 1829, cuando Mariana Carcelén y Antonio José de Sucre se casaron en Quito, y dieron vida a la preciosa angelita llamada Teresa.
El amor iría más allá de la muerte terrena, causada por la mano de traidores. Mariana se transformó en valiente defensora la justicia. Acusó directamente a los asesinos de su esposo.
De su amigo el Libertador recibió solidaridad, el dolor y la representación de los torrentes de lágrimas (como escribió el Padre de la Patria) que derrama Colombia y la mitad de América-
La ecuatoriana Mariana, viuda del Gran Mariscal de Ayacucho, que resguardó los restos mortales del héroe de cualquier profanación, recibió, por Bolívar, el título de ·Gran Mariscala de Ayacucho.
Otavalo es una población hermosa, rodeada de montañas, en Ecuador, allí cada 24 de junio los lugareños celebran la Fiesta del Inti, el Dios Sol. Allí nació una hermosa dama, de nombre Mercedes Jijón.
Mercedes se enamoró de otro venezolano, de las filas del Ejercito Libertados. Juan José Flores, Comandante General del Ejército, quien estaba destinado a convertirse en el primer presidente de la República de Ecuador y la gobernaría por dos veces más.
En 1829 los dos jóvenes unieron por la fuerza del amor a Ecuador y Venezuela, y le darían siete hijas y cuatro hijos a la Patria Grande-
Gran mujer Mercedes, leal, amiga. Mantuvo siempre correspondencia con Manuela Sáez y con Mariana Carcelén, siendo madrina de Teresa Sucre Carcelén.
Siempre hermosa Mercedes, a la que hoy rinden honor varias escuelas de Ecuador que llevan el nombre de la eterna Primera Dama y Madre de la Patria. De ella dijo Bolívar “"no sé si es más discreta que bella, o más bella que discreta".
El 16 de junio de 1822, quien fuera jefe de Sucre y de Flores, Simón Bolívar, el más grande hombre de América, llegó a Quito, entre aclamaciones y vivas de la multitud
Desde un balcón una hermosa joven de veintisiete años, muy alegre por la llegada del héroe. le arrojó una corona de rosas y ramitas de laureles que en lugar de caer frente al caballo de Simón, cayó en el pecho del Prócer quien dirigió su aguda mirada justo donde estaba la Coronela Manuela Sáez. Lo demás ya es historia universal
El amor entre Ecuador y Venezuela es una historia heroica eterna e indestructible.
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